La mayor parte de los ciudadanos regresan a sus raíces en una jornada festiva cargada de sentimientos. La Festividad de Todos los Santos es también recuerdo a los seres queridos que ya no están con nosotros, pero igualmente es una fiesta ligada a la gastronomía en forma de dulces.
En muchos de los hogares de Villarrubia de Santiago la tarde noche del día 1 de noviembre especialmente la familia y también los amigos se concentran en torno a una taza de chocolate caliente y churros, ya que además, normalmente el frío ya impera.
Su origen parece venir de siglos atrás cuando a consecuencia del intenso frío se hacía necesario un alimento rico en calorías para soportar mejor la larga noche de difuntos.
No es raro de ver la espera de los de vecinos a las puertas de la churrería y cumplir con una tradición tan popular.
También son muchos los que estos días apuestan por otros dulces como los buñuelos y huesos de santo. Pero es curioso como el churro tal y como lo conocemos, no es tan diferente de una receta de buñuelos, hechos de harina y agua, que preparaban los romanos en el siglo I a.C.
Su origen parece venir de siglos atrás cuando a consecuencia del intenso frío se hacía necesario un alimento rico en calorías para soportar mejor la larga noche de difuntos.
No es raro de ver la espera de los de vecinos a las puertas de la churrería y cumplir con una tradición tan popular.
También son muchos los que estos días apuestan por otros dulces como los buñuelos y huesos de santo. Pero es curioso como el churro tal y como lo conocemos, no es tan diferente de una receta de buñuelos, hechos de harina y agua, que preparaban los romanos en el siglo I a.C.
Otras costumbres dictaban que, durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, no se debía salir a la calle por temor de encontrarse a las almas del purgatorio. Además, no se debía cazar o matar animales el día 2 de noviembre y se echaba sal a la lumbre, ya que se creía que cuando esta chisporroteaba se aplacaba el sufrimiento de los difuntos.
A estas costumbres, además, hemos añadido las de Halloween, importando de los anglosajones tradiciones como los disfraces, el “truco o trato” de los niños para pedir caramelos o dinero y los pasajes de terror, normalmente organizados por asociaciones culturales.