Escritor, poeta, narrador, licenciado en Ciencias Físicas y profesor de Matemáticas del colegio Nuestra Señora de los Infantes de Toledo, Jesús Pino falleció este lunes a los 78 años de edad.
Jesús deja en su haber un gran legado literario y una inolvidable huella como persona.
Premiado en 2016 por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo por su obra literaria, contribuyó a la cultura toledana con sus colaboraciones con el Círculo de Arte de Toledo y con la codirección y dirección de la revista Encultura y Hermes, respectivamente.
Entre su extensa obra destacó en poesía con su obra 'Poemas a Napa' o 'Al trote fue creciendo la mañana', entre otros numerosos poemarios publicados:
- Ensayo para el sol
- Ahora que de todo hace veinte años
- El fondo de la llama
- El túnel de la luz
- Babel
- Fábulas del corazón del aire
- Fábulas y Fíbulas
- Versos Eucarísticos
- Teresa
- En la pizarra un poema. Quince años de escuelas para el mundo
En el apartado de ensayos, lo hizo con su obra 'Las ásperas ubres de las cabras' mientras que 'El esquivo perfume del silencio' se consagró como una de sus novelas más reconocidas.
Pino también nos deja otras obras inspiradas en Villarrubia, como la trilogía de 'El Pelele Emburrido'. Libros en los que además de un título indudablemente villarrubiero, contiene anécdotas extraídas de los protocolos del Archivo Histórico Provincial de Toledo, acompañado de una colección biográfica de los vecinos que en ellas intervienen:- 'El Pelele Emburrido. Estampas de Villarrubia de Santiago del siglo XVIII'
- 'El Pelele Emburrido II. Personajes y Villarrubia de Santiago en la prensa. 1804-1936'
- 'El Pelele Emburrido III. Aproximaciones documentales a la historia de Villarrubia de Santiago'.
Personalmente tuve la oportunidad de asistir el día de la presentación del primer libro de esta trilogía. Tanto en la exposición, como en sus comentarios y en la breve lectura que nos dedicó o las respuestas a preguntas, pudimos volver a apreciar su cariño hacia Villarrubia, el gran carácter de disfrute a la hora de mostrar sus envidiables conocimientos adquiridos sobre la historia de nuestro municipio, y con gran ilusión obtuve la dedicatoria personal de su libro, libro de origen en constantes investigaciones en bibliotecas y archivos.
En el año 1995, fue pregonero en las fiestas patronales de Villarrubia de Santiago.
De cuantos amores atravesaron mis años de juventud, solo uno, anaranjado, y otro, bañado por el río y eléctrico, conservo en la cartera de los sentimientos recordados. La cuadrilla de Maxi fue mi refugio y mi escuela de la vida. Soy y seré un producto del mes de septiembre que hoy disfrutan mis cuatro hijos de sangre villarrubiera y extremeña. Desde el día 1 (sacada de los palos a la plaza) hasta el último domingo (motete y despedida en el pozo de San Pedro), he vivido el tiempo intensamente. Un tiempo hoy convertido en conversaciones, poemas y ondas de radio. Porque en mis ratos libres publico libros, dirijo una revista de Poesía y coordino un programa en Radio Cultural de Toledo. Todo esto para ocultar mi verdadera vocación: ser testimonio de la tierra que unió cuatro encomiendas en una hermosa realidad: Villarrubia de Santiago."
En el año 2004, tuvo lugar la XVII Semana Cultural y la celebración del 800 aniversario de la fundación de Villarrubia.
Con tal motivo, el Ayuntamiento encargó al paisano Manuel Fernández Nieto la redacción de un libro sobre la historia villarrubiera. El resultado fue "Comentario a algunos aspectos de la historia de Villarrubia de Santiago", cuya presentación estuvo a cargo de Jesús Pino. El Ayuntamiento les hizo entrega de placas en reconocimiento a ambos.
"El autor Manuel Fernández, me confió la tarea de transcribir el manuscrito, ordenarlo, diseñarlo y maquetarlo, como correa de transmisión entre él y la editorial...
...hay en estos "Comentarios" además de mucho amor a la tierra y a sus gentes, una fusión entre pasado y presente que forman un todo didáctico, una generosa pedagogía estimulante para los jóvenes de hoy. Porque esta asignatura no se estudia en los colegios, sino que es asignatura de experiencia y curiosidad, de barrancas paseadas y de caminos recorridos.
Unos pueblos son de una manera y otros de otra. Villarrubia aporta diferencias históricas y de costumbres. Aporta una forma de ser y estar. Este fue un pueblo de características específicas, con tres encomiendas, tres ermitas, diecinueve hidalgos, un lugar de moros, una leyenda visionaria y una torre que domina gran parte de los 800 años de su poblamiento. ¡Qué más pedir!. Es, y acabo, el único pueblo donde un muchacho puede emburrir un balón en el tejado, donde un labrador distraído puede caer en una huercen, donde se puede contemplar el vuelo de una pinche, o donde se pueden cazar zurrones entre las mies de los veranos."
"En el trasiego de siglos, de astros, de almas, de cuerpos, Jesús Pino Garrobo tal vez se equivocó de época y lugar en los que vivió. Cuando escribía clásico, Góngora, Quevedo o Lope sentían envidia de sus métricas perfectas, del ritmo vibrante de sus palabras, del equilibrio técnico de los sonetos. Y cuando escribía prosa resultaba muy difícil superar en imaginación, construcción sintáctica e inventiva. Y detrás de todo este artificio que cultivaba celosamente se encontraba el hombre afable que era y sonreía siempre, que ocultaba su timidez fantástica, su individualidad donde enraizaba su proceso creativo.
Desde el siglo XVI nunca había ocurrido ni seguramente ocurrirá tanta coincidencia de utopías, sueños, propuestas de superación y proyectos educativos. Sin Jesús aquel primer Colegio de Infantes no hubiera sido lo que fue. Su sonrisa comprensiva, su paciencia sabia, su inteligencia aportaban a la locura diaria de un trabajo frenético un poso de tranquilidad que trasmitía paz y bienestar. Si la trascendencia de la vida de cualquier persona se mide por la herencia que deja a los demás, quienes le trataron, sus amigos, quienes convivieron con él serán esa gente afortunada que recibió de un hombre singular la ternura de una personalidad afable, escéptica pero apasionada, humana, profundamente humanista."
Jesús Fuentes - "Un hombre afable" (La tribuna de Ciudad Real)
No quisiera finalizar este artículo sin incluir el admirable y extraordinario poema con el que Pino colaboró en el cierre del libro.
Jesús Pino - "El Esquivo Perfume del Silencio"
Jesús, gran tristeza la que me invadió al conocer la noticia de tu pérdida. Pérdida de una maravillosa persona. Una persona que ha dejado plasmado su amor, sus recuerdos por su Villarrubia natal.
Gracias por tu inmensa aportación a la cultura y tu inestimable aportación a la memoria de Villarrubia de Santiago. Estoy seguro que al día siguiente de tu llegada ahí arriba, recibirías y "harías buenas migas" con el también humilde y coherente Pepe Múgica. Ambos nos dejáis una marca indeleble en el corazón.
Desde estas letras, quiero transmitir a la familia mi más sincero acompañamiento en el sentimiento.