Reseña a Villarrubia, del boletín informativo provincial - 1960

En el mes de julio de 1960, el boletín informativo "Provincia", publicaba en las páginas 23 a 26 de su número 27, una extensa y detallada reseña dedicada a nuestra Villarrubia de Santiago de esos años y su historia.

Es por ello que veo interesante incluir el texto dentro del bloque "Bibliografía, textos y referencias" de este blog.




DATOS GENERALES

Municipio y villa, situado en la Meseta de Ocaña, a cuyo partido judicial corresponde. Limita al Norte, con los términos municipales de Colmenar de Oreja y Villarejo de Salvanés, cuyo punto divisorio se conoce con el nombre de “Pocillo Villa ”; al Este, con el de Santa Cruz de la Zarza; al Sur, con los de Villatobas y Ocaña, y al Oeste, con los de Noblejas y Colmenar de Oreja, siendo su punto divisorio el llamado “ Barranco del Infierno”. 
La configuración de sus tierras es llana; la propia Meseta, con ligeras elevaciones en la parte septentrional. A una distancia de 7 kilómetros cruza el término municipal en su parte Norte el río Tajo, sin otros accidentes hidrográficos dignos de mención. Su altura sobre el nivel del mar es de 751 metros y su clima extremo. Dista 68 kilómetros de Madrid, 70 kilómetros de Toledo y 12 kilómetro de Ocaña. 

Municipio clasificado en segunda categoría, cuyo Ayuntamiento lo integran el Alcalde-Presidente, nueve Concejales, Secretario, cuatro empleados administrativos y seis subalternos. Existe Juzgado de Paz, Puesto de la Guardia Civil y Jefatura de F. E. T. y de las J. O. N. S., con sus distintos servicios; así como la Hermandad Sindical del Campo.
En el orden higiénico-sanitario, su dotación es como sigue: Dos Médicos, dos Practicantes, una Matrona, un Inspector Veterinario y una farmacia. La múltiple distribución de la propiedad es su principal característica. Basta con decir que existen 1.578 contribuyentes por el concepto de riqueza rústica. Predomina en su mayoría la clase media autónoma, con un censo de trabajadores asalariados de 257 obreros agrícolas, 147 en trabajos industriales, 9 del comercio y 30 trabajadores de la construcción.

Vista panorámica


HISTORIA

Remóntase el origen de esta laboriosa villa a la existencia con anterioridad al año 1180, del nombrado Castillo de Tormón y de las Encomiendas tituladas de Valdajos, Biedma, Villoría y Villafandín (hoy Villandín), que dieron a la Orden de Santiago D. Lope de Varea y su esposa D.ª Sancha Pérez de Azagra, hija ésta de D. Pedro Ruiz de Azagra, señor que fue de Albarracín en 1173, de las que fueron Comendadoras la esposa e hija de D. Lope de Varea, por los días de su vida, en razón al dominio que sobre aquéllas mantenían antes de la fundación de la referida Orden, bien por haberlas conquistado a su costa o por haber sido heredadas de sus ascendientes. 
Data la primera población de Villarrubia del año 1207, al reagruparse, tras la conquista de España por los moros, los restos de sus primitivas Encomiendas, de la que fue fundador el Gran Maestre de la Orden de Santiago D. Fernán González de Marañón, quien la pobló en unión de veinticinco cristianos viejos, reinando en Castilla D. Alfonso VIII el de Las Navas. 
Escasas son las huellas que existen en la actualidad de los primitivos términos y poblados, cuyos vestigios de población testimonian, no muy remotamente, diversas memorias y documentos, entre éstos la iglesia de Villoría, en que se veneraba la imagen del Santísimo Cristo de la Fe, también llamado de Villoría, trasladada a la iglesia parroquial de Villarrubia en unión de la pila bautismal, objeto de saqueo y destrucción en la dominación marxista de 1936. 
Del antiguo castillo de Tormón, en que tuvo lugar la milagrosa aparición de la Santísima Virgen, subsiste invariable el primitivo lugar de su emplazamiento, cuya explanada se asemeja a antigua plaza de armas, su configuración y escarpado, en donde existe actualmente el santuario de Nuestra Señora. Referido castillo de Tormón era de construcción árabe y constituía con los castillos de Oreja y Ocaña, con los que se encontraba alineado, la primera línea de defensa de la ciudad de Toledo en la época de la dominación mora. 

Destaca entre los hechos históricos de la villa el acaecido el 24 de Septiembre de 1606, del siguiente tenor: Abrigado por las tropas del ejército del Archiduque de Austria el propósito de asaltar e incendiar a Villarrubia, dirigiase a tal fin una columna de 6.000 hombres mandada por Gallobay, procedente de Colmenar; más al llegar al lugar conocido per Sotillo de la Barca y dar vista, al titulado Castillo de Tormón, supusieron éste como una fortaleza inexpugnable, guarnecida de cañones y soldados, lo que motivó el desistir de su empeño, volviendo a Colmenar, cuando en realidad los únicos pobladores eran el santero y su familia, encargados del cuidado y atención del santuario, salvándose Villarrubia de la ruina y de la desolación, merced a la milagrosa intercesión de la Reina del Cielo. Por haber sucedido tales hechos el día de San Bartolomé, cuyo título adoptó la Parroquia, fue declarado día de ayuno y de extraordinaria festividad, sacándose en procesión una preciosa reliquia del Santo que dio a esta villa la Emperatriz de Alemania y Reina de Hungría D.ª María de Austria, hija de Carlos V y hermana de nuestro católico Monarca Felipe II, cuando después de la muerte de Maximiliano II se volvió a España con su venerable hija D.ª Margarita de la Cruz, a fines del siglo XVI, poseyéndola por real donación guardábanse como días de ayuno, establecidos por voto de la villa, la fiesta de San Sebastián por los beneficios oben dos con motivo de graves epidemias surgidas entre estas la de la pestilencia, y la de San Gregorio Nacianceno, por el favor dispensado en ocasión de grandes plagas de gusanos en las plantaciones de viñedo.

PERSONALES NOTABLES

Destácase de entre todos los hijos de Villarrubia el llamado Francisco Guerra, valiente y heroico soldado tanto por agua como por tierra, distinguido notablemente en la conquista de América, al que Su Majestad el Emperador Carlos V distinguió con toda clase de privilegios, tratándole muy familiarmente. 
Son numerosas las familias que se citan como hidalgas y nobilísimas, tales como los Quiñones, Quijanos, Benavente, Pérez, Guzmán, Mudarra, Calderón, Castellar y Romeros, que tuvieron una destacada actuación en la conquista del Perú, cuya mayoría disfrutaban especiales privilegios y distinciones otorgadas a su favor por los Reyes Católicos. 
El Reverendísimo P. M. Fray Baltasar Quiñones de Benavente, nacido en Noblejas y criado en Villarrubia, ascendido al Generalato de la Sagrada Orden de Predicadores, con admiración de Roma, en el siglo XVI, a la edad de cuarenta y cuatro años. 
Uno de los pertenecientes a la familia de los Quijanos creó e instituyó la piadosa fundación de los Cuatro Maestrazgos, que dotó para estudiantes pobres en las cuatro Universidades de Castilla. 
El R. M. Fray Antonio Gaspar García-Bermejo y Sánchez-Villalba, religioso Trinitario Descalzo, de excelentes y colmadas cualidades y virtudes, acompañante del Beato Simón de Rojas en sus empresas de apostolado y misiones de espiritualidad. 
D. Calixto Zamorano Rodríguez, Caballero laureado de la Real y Militar Orden de San Fernando, por su destacada actuación en la guerra carlista.

Vista exterior de la Iglesia Parroquial

EDIFICIOS NOTABLES Y OBRAS DE ARTE

Su iglesia parroquial, muy amplia, cuya construcción data del siglo XIV, si bien construida en su mayor parte en el siglo XV; de estilo herreriano, con retablo mayor de madera tallada en oro, destruido en parte durante la revolución marxísta en 1936 y hoy reconstruido. 
El santuario de Nuestra Señora del Castellar, Patrona de la villa, distante cinco kilómetros, a orillas del Tajo, en el macizo rocoso donde existen las minas de sulfato sódico. Es el antiguo castillo de Tormón, que dieron a la Orden de Santiago los Comendadores de ésta, fundadores de la villa. 
Cruz en piedra, dedicada a los mártires de la Cruzada de Liberación 1936-1939. 
Urna del monumento, de plata blanca, rematada por cuatro serafines y una estatua de la fe de 0,92 m. de alta, hecha en 1734 por el platero toledano Juan Antonio Domínguez. 

FIESTAS Y COSTUMBRES POPULARES

Las costumbres, carácter y trajes de esta población corresponden a las propias de Castilla la Nueva. Ocurre lo propio respecto a sus cantos y bailes, pudiéndose citar como típico entre éstos la llamada “jota castellana” .Los “mayos”, con sus rondallas al iniciarse el mes de este nombre, merecen mención destacada por su peculiar tipismo y arraigado tradición. 
El culto a Nuestra Señora del Castellar, cuya imagen se venera en el santuario de su nombre, situado a orillas del Tajo, sobre una cima rocosa cortada verticalmente hasta el cauce del río, cuyo subsuelo encierra grandes depósitos de sal, data probablemente del año 1207. Debe su origen, según la autorizada versión del padre González Frías, a haber sido encontrada dicha imagen en una de las habitaciones del antiguo castillo de Tormón, formidable atalaya sobre el Tajo, que fue mandado edificar en el año 1173 por don Lope de Varea y su esposa D.ª Sancha de Azagra, fundadores también de Villarrubia de Santiago, Villa Biezma, Villa Fandín, Villoria y San Bartolomé, de las que sólo perdura la primera, quedando restos de las demás y castillo. Otra versión popular afirma que la Virgen se apareció a un pastorcillo que subió a la roca atraído por hermosas atochas de esparto; una vez hubo dado cuenta a sus familiares y vecinos de su hallazgo, comprobaron todos la veracidad del hecho y en solemne procesión trasladaron la imagen a la iglesia parroquial, colocándola en lugar preferente y nombrándola excelsa Patrona del pueblo, y dice la versión tradicional  que al día siguiente desapareció misteriosamente la imagen, y ante el asombro del vecindario fue encontrada nuevamente en la cima rocosa; tres veces ocurrió el mismo hecho, y en vista de ello, entre todos los vecinos se construyó el santuario hoy existente, empresa ardua en extremo, dado lo agreste del lugar. Son numerosos los hechos milagrosos que de tan venerada imagen se cuentan, y entre los más modernos se citan la lluvia, beneficiosa para el campo casi perdido, que se produjo en el 1868, después de fervorosas rogativas. Otro hecho similar ocurrió en el año 1920, en el mes de mayo. Ante la ruina total del pueblo por la sequía permanente, se acordó traer procesionalmente a la imagen desde su santuario a la Parroquia, y una vez llegada la procesión a la plaza principal de la villa se desencadenó, ante el asombro general, un formidable aguacero, que aceleró la entrada de la Virgen en el templo. En el año 1936, cuando las hordas rojas asolaron el pueblo, destruyendo, casi totalmente la iglesia parroquial y todas sus imágenes, también desmantelaron el santuario del Castellar, profanando la sagrada imagen de la Virgen, rompiéndola en numerosos trozos y quemándolos con bárbara furia; al día siguiente del hecho, un vecino que iba a sus faenas agrícolas se acercó por curiosidad al lugar donde estaban los restos calcinados de la imagen, y al removerlos vio que uno de ellos estaba sin quemar, y, recogiéndolo, observó era la cara de la imagen, que se encontraba intacta; la guardó, y una vez en el pueblo se la entregó a su madre, persona muy devota de la Virgen, que la escondió en su domicilio, y una vez liberado el pueblo se entregó, habiendo sido posible la reconstrucción de la imagen casi perfecta, pues se venera vestida.

Nuestra Señora del Castellar, Patrona e Villarrubia

POBLACIÓN

Según el censo en 31 de diciembre de 1957, su población es de 4.090 habitantes, de los cuales 1.996 son varones y 2.094 mujeres, a su vez clasificados en esta forma: Cabezas de familia, 1.106 varones y 244 mujeres. Vecinos, 223 varones y 219 mujeres. Domiciliados, 667 varones y 1.631 mujeres. Hubo en el expresado año 75 nacimientos, 51 matrimonios y 40 defunciones. La densidad de la población es de 26 habitantes por kilómetro cuadrado.

RELIEVE,  AGRICULTURA Y GANADERIA

Pueblo eminentemente agrícola, cuyos cultivos característicos son los cereales, viñedo y olivar, si bien es de destacar el incremento que, en virtud de las realizaciones de regadío, se ha dado a los cultivos propios de éste, entre los que predominan la remolacha azucarera, alfalfa y maíz. La producción agrícola anual, normalmente, arroja las siguientes cifras: 2.800.000 kilogramos de trigo, 2.200.000 de cebada, 40.000 de avena, 16.200 de centeno, 4.500.000 de uva, 400.000 de aceituna, 73.800 de garbanzos, 15.000 de judías, 200.000 de patatas, 6.000 toneladas de remolacha. 
La ganadería, de menor importancia., constituye con la agricultura su principal riqueza, radicante en sus especies de ganado lanar y cabrío, con un total de 3.000 cabezas del primero y 600 del último. Existe escaso número de animales vacunos, importándose, salvo pocas excepciones, el ganado de cerda, dedicado casi en su totalidad al consumo familiar.

Su extensión superficial es de 15.560 kilómetros cuadrados, equivalentes a 15.560 hectáreas, distribuidas en la forma siguiente: Edificaciones, 510 hectáreas; regadío, 860 hectáreas; secano, 8.320 hectáreas; alamedas, encinar, etc., 105 hectáreas; pastos. 5.578 hectáreas; yermo, 187 hectáreas. La extensión dedicada al cultivo comprende las siguientes: 335 hectáreas de olivar, 2.295 de viñedo y 6.550 de cereales, leguminosas, remolacha, etcétera. Se halla dividido el término municipal en 93 polígonos, con un total de 24.983 parcelas. Tiene 1.447 edificios de buen aspecto urbanístico.

COMUNICACIONES

Cruzan el casco urbano de la población dos carreteras: la de Chinchón a Madridejos, que enlaza en Villatobas con la general de Albacete, y la de Ocaña a Tarancón, enlazando en ambos puntos con las generales de Madrid a Andalucía y a Valencia, respectivamente. Está actualmente en construcción el camino vecinal de Villarrubia a enlazar con el que va desde Santa Cruz de la Zarza a Villamanrique de Tajo. 
Tiene Estación férrea a dos kilómetros de distancia, en la línea directa de Madrid-Valencia, con empalme en Aranjuez para Toledo y líneas del Sur. Punto de origen de la línea de autobuses de la Empresa A. I. S. A. a Toledo, y punto de escala en la de Madrid-Tomelloso.

Instalaciones de las minas de sulfato  
Al fondo el santuario de Nuestra Señora del Castellar

INDUSTRIA, COMERCIO Y ARTESANIA

Las minas del Castellar toman el nombre del santuario de Nuestra Señora, la Santísima Virgen del Castellar, por estar enclavadas debajo del mismo. Geológicamente pertenecen al mioceno lacustre, o sea, depósitos lagunares de la meseta, correspondiente a la época terciaria. Su estructura es de tipo montaña o socavón de unos 1.000 metros de profundidad, y debido a la buena consistencia de sus techos no precisa apenas entibación de madera.
La boca-mina está en la margen izquierda del río Tajo, que discurre por estos parajes y que hace que a lo largo de su cauce el paisaje sea encantador. Su explotación está basada en el beneficio de la thenardita, que es un sulfato sódico anhidro, el cual se presenta en color blanco y azul, siendo este último color el de mayor pureza. Este mineral debe su nombre al Ingeniero francés Thenard, que fue quien lo descubrió. Debido a la gran resistencia que ofrece al ser arrancado es necesario el empleo de explosivos. Los tres componentes de este nivel salino: thenardita, sal y yeso, se hallan dispuestos en orden inverso al que le corresponde, según su grado de solubilidad correspondiente, encontrándose los yesos en la parte superior y la sal.

Dedicados a espectáculos públicos, funcionan dos salas de cine de decorosa instalación y un salón de baile acondicionado adecuadamente.



Música: "Cerca de las estrellas" - Los Pekenikes - 1968

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