A cinco kilómetros de Villarrubia de Santiago, en un cortado sobre el río Tajo, y en el límite norte de la comarca de La Mesa de Ocaña, se encuentra la Ermita o Santuario de la Virgen del Castellar.
El propio topónimo Castellar nos pone sobre la pista de que este enclave ya pudo ser habitado en tiempos mucho más antiguos que en los que se dice se construyó la actual ermita -siglo XIX-; parte del propio material constructivo, que parece reutilizado, la propia Virgen del Castellar, de aspecto tardorrománico y la existencia de un yacimiento arqueológico de la Edad del Hierro que fue destrozado durante la construcción del hotel existente junto al santuario, nos indican que aquel lugar, hoy en día bastante solitario, fue bastante frecuentado desde tiempos bien lejanos. No obstante, bajo el actual altar de la ermita se dice existe una cueva que, a buen seguro, pudo ser un lugar de culto a antiguas divinidades en conexión con los antiguos cultos de la Madre Tierra y también eremitorio medieval, así, en estos parajes se encuentran de los pocos eremitorios conocidos en la comarca, además de la existencia de aguas medicinales que, en su momento, fueron recomendadas por el propio Ramón y Cajal; un elemento -aguas curativas- que, en muchas ocasiones, era motivo de sacralización. A todo esto hay que sumarle la propia simbología que reúne la Virgen del Castellar.
Antonio Martín Asperilla en la presentación de su Guía Mágica La Mesa de Ocaña en Villarrubia de Santiago, 7 de junio de 2014, comentaba lo siguiente:
"Se piensa que debajo del Santuario de El Castellar pudo haber un templo dedicado a una diosa antigua. La Virgen, la Madre de Dios, la Virgen cristiana, es claramente una identificación de la Gran Madre, que era desde tiempos prehistóricos una forma de llamar a la Tierra. La simbología que encierra la Virgen del Castellar enraiza mucho con las imágenes que tenemos de las antiguas diosas de épocas ancestrales. La imagen de las antiguas vírgenes sentadas, viene de las representaciones de Isis y Horus, y la Virgen del Castellar, también es una virgen sedente. En la Edad Media hubo una vuelta, otra vez muy importante, al culto a la Gran Madre, a la Madre Tierra. Como no se podía hablar, abiertamente, de este culto, lo que hicieron fue extrapolar a la Gran Madre con la Virgen María y la dieron sus mismos atributos. Perséfone, como la Virgen del Castellar, también lleva una granada en la mano, como símbolo de poder. Perséfone era la reina del inframundo, la esposa de Hades, pero también era la diosa de la agricultura y sus cultos comenzaban y terminaban, como la Virgen del Castellar, al principio de la primavera y el final del verano."
Tormo es lo mismo que "peñasco suelto, terrón", en este caso significa " peñón o peñascón". El canónigo Sebastián de Cobarrubias, que describe en el siglo XVI, dice que tormo "es peñasco eminente desatado de otros, pero de piedra viva....". Es un peñasco dominante, al lado sur del Tajo. Es probable que se trate de un vocablo ibérico o céltico, puesto que su estructura, según Corominas, sugiere un origen indoeuropeo.
El castillo de Tormón, bien pudo formar parte de una serie de fortalezas situadas al sur del río Tajo, de esta línea defensiva, musulmana primero y después cristiana, fueron piezas notables Oreja, Torrique, Alboer y Alharilla, ocupada por los castellanos reconquistadores.
Alfonso VII hace de Oreja el centro defensivo de la referida línea. Oreja, como ya dijimos, fue la antigua Aurelia romana, fundada posiblemente por el emperador de estirpe hispánica Marco Aurelio (161-80). Fortaleza mora, es tomada por vez primera por los castellanos del conde Alfonso Fernández el Calvo, en el año 1139.
Ya en época más reciente, pero siempre en Alta Edad Media, sobre el abandonado castillo de Tormón, se levanta un nuevo nivel de población, llamado El Castellar, nombre que recuerda la existencia del viejo castillo, en donde acabaría construyéndose la ermita de ese nombre, con una imagen que, pasando el tiempo, sería la patrona de Villarrubia.
ERMITA EL CASTELLAR - Estilo: Popular | Época: XIX - Origen precristiano
Una nave dividida en tres tramos y cubierta por bóveda de cañón con lunetos. La capilla Mayor cubierta por cúpula de media naranja sobre pechinas, se pasa a ella a través de un gran arco triunfal doble de medio punto.
Los almorávides construyeron y reedificaron algunos castillos fortificados al borde de los escarpes yesíferos que dominan la vega del Tajo, como son los castillos de Oreja y de Castellar (ambos en el término de Villarrubia de Santiago), Albuher (en Villamanrique de Tajo) y La Alharilla (en Fuentidueña de Tajo). Actualmente, Castellar y Alharilla se conservan como ermitas.
Tras la derrota de Uclés y hasta 1139, cuando Alfonso VII conquista el castillo de Oreja, toda la margen izquierda del Tajo quedó bajo dominio musulmán. Este tramo de la frontera fue muy disputado, hasta que bajo el reinado de Alfonso VIII, con la conquista del castillo de La Alharilla por parte de la orden militar de Santiago y la posterior conquista de Cuenca en 1177, se asegura el dominio cristiano en la zona. Con este hecho el problema que surge es la repoblación de las zonas deshabitadas para poder mantener el dominio de las tierras, lo cual ya es base de comentario en otros artículos del blog.
En el año 1974 se finaliza la última restauración del Santuario:
"En las fachadas Norte y Sur del edificio, figuraba una serie de habitaciones y corredores, que en su día tuvieron su cometido para albergar a los trabajadores del campo que faenaban por aquella zona alejada del pueblo, pero que en la actualidad no eran necesarias. Esto restaba esbeltez al Santuario, a la par que estaba dañando la estructura del edificio. La bóveda de la nave central, presentaba una preocupante grieta en la clave, debida al fallo de la cubierta que era arrastrada por la acción de las citadas habitaciones.
Por encima de todo se trataría de resaltar la índole religiosa del edificio, de manera que conservara el tradicional aspecto de siempre, de nuestro Castellar.
Las obras consistirían fundamentalmente en demoler las dependencias y corredores de las fachadas laterales para aliviar las cargas sobre la bóveda y porches exteriores. Con ello quedarían al descubierto de los imponentes muros de la nave central y el ábside, así como los contrafuertes de la bóveda central y los porches exteriores de ambas fachadas Norte y Sur.
Para aumentar la iluminación diurna del interior se abrirían seis rosetones laterales en la zona superior de los muros principales y un gran ventanal transparente en el coro.
El coste estimado de las obras era importante y las posibilidades de la Hermandad limitadas, pero era necesario arrancar sin demora, de modo que su presupuesto inicial se fijó en un millón de pesetas."
José Navacerrada de Loma - 40 aniversario de la rehabilitación
"Me he desviado de la ruta para acercarme al Santuario de la Virgen del Castellar. Unos pocos kilómetros de revueltas y una construcción limpia, encalada, casi andaluza. La Virgen está primorosamente vestida y alhajada. Es menudita y morena. La cara bonita le resplandece junto a los pliegues del rostrillo. Me dice la guardiana que esa cara es lo único que queda de la imagen, quemada durante nuestra guerra. Como tantas otras Vírgenes españolas, fue encontrada por un pastor en el escondrijo en que la guardaron manos piadosas para liberarla de profanaciones cuando la invasión de los árabes. Pero yo no se si la cara de esta Virgen es demasiado perfecta para ser tan antigua. Las imágenes primitivas no suelen tener este óvalo tan dulce, esta armoniosa distribución de rasgos. Salgo de la Ermita con dudas históricas, pero con un piropo en el corazón para esta Virgen pequeña y bonita. Los sevillanos tenemos muy arraigada esta manera de entender la devoción."
Cayetano Luca de Tena - Texto publicado en ABC el 1 de Julio de 1986.
El propio topónimo Castellar nos pone sobre la pista de que este enclave ya pudo ser habitado en tiempos mucho más antiguos que en los que se dice se construyó la actual ermita -siglo XIX-; parte del propio material constructivo, que parece reutilizado, la propia Virgen del Castellar, de aspecto tardorrománico y la existencia de un yacimiento arqueológico de la Edad del Hierro que fue destrozado durante la construcción del hotel existente junto al santuario, nos indican que aquel lugar, hoy en día bastante solitario, fue bastante frecuentado desde tiempos bien lejanos. No obstante, bajo el actual altar de la ermita se dice existe una cueva que, a buen seguro, pudo ser un lugar de culto a antiguas divinidades en conexión con los antiguos cultos de la Madre Tierra y también eremitorio medieval, así, en estos parajes se encuentran de los pocos eremitorios conocidos en la comarca, además de la existencia de aguas medicinales que, en su momento, fueron recomendadas por el propio Ramón y Cajal; un elemento -aguas curativas- que, en muchas ocasiones, era motivo de sacralización. A todo esto hay que sumarle la propia simbología que reúne la Virgen del Castellar.
El Castellar visto desde el valle del río Tajo
Antonio Martín Asperilla en la presentación de su Guía Mágica La Mesa de Ocaña en Villarrubia de Santiago, 7 de junio de 2014, comentaba lo siguiente:
"Se piensa que debajo del Santuario de El Castellar pudo haber un templo dedicado a una diosa antigua. La Virgen, la Madre de Dios, la Virgen cristiana, es claramente una identificación de la Gran Madre, que era desde tiempos prehistóricos una forma de llamar a la Tierra. La simbología que encierra la Virgen del Castellar enraiza mucho con las imágenes que tenemos de las antiguas diosas de épocas ancestrales. La imagen de las antiguas vírgenes sentadas, viene de las representaciones de Isis y Horus, y la Virgen del Castellar, también es una virgen sedente. En la Edad Media hubo una vuelta, otra vez muy importante, al culto a la Gran Madre, a la Madre Tierra. Como no se podía hablar, abiertamente, de este culto, lo que hicieron fue extrapolar a la Gran Madre con la Virgen María y la dieron sus mismos atributos. Perséfone, como la Virgen del Castellar, también lleva una granada en la mano, como símbolo de poder. Perséfone era la reina del inframundo, la esposa de Hades, pero también era la diosa de la agricultura y sus cultos comenzaban y terminaban, como la Virgen del Castellar, al principio de la primavera y el final del verano."
Tormo es lo mismo que "peñasco suelto, terrón", en este caso significa " peñón o peñascón". El canónigo Sebastián de Cobarrubias, que describe en el siglo XVI, dice que tormo "es peñasco eminente desatado de otros, pero de piedra viva....". Es un peñasco dominante, al lado sur del Tajo. Es probable que se trate de un vocablo ibérico o céltico, puesto que su estructura, según Corominas, sugiere un origen indoeuropeo.
El castillo de Tormón, bien pudo formar parte de una serie de fortalezas situadas al sur del río Tajo, de esta línea defensiva, musulmana primero y después cristiana, fueron piezas notables Oreja, Torrique, Alboer y Alharilla, ocupada por los castellanos reconquistadores.
Alfonso VII hace de Oreja el centro defensivo de la referida línea. Oreja, como ya dijimos, fue la antigua Aurelia romana, fundada posiblemente por el emperador de estirpe hispánica Marco Aurelio (161-80). Fortaleza mora, es tomada por vez primera por los castellanos del conde Alfonso Fernández el Calvo, en el año 1139.
Ya en época más reciente, pero siempre en Alta Edad Media, sobre el abandonado castillo de Tormón, se levanta un nuevo nivel de población, llamado El Castellar, nombre que recuerda la existencia del viejo castillo, en donde acabaría construyéndose la ermita de ese nombre, con una imagen que, pasando el tiempo, sería la patrona de Villarrubia.
Imagen de 1940
ERMITA EL CASTELLAR - Estilo: Popular | Época: XIX - Origen precristiano
Una nave dividida en tres tramos y cubierta por bóveda de cañón con lunetos. La capilla Mayor cubierta por cúpula de media naranja sobre pechinas, se pasa a ella a través de un gran arco triunfal doble de medio punto.
Los almorávides construyeron y reedificaron algunos castillos fortificados al borde de los escarpes yesíferos que dominan la vega del Tajo, como son los castillos de Oreja y de Castellar (ambos en el término de Villarrubia de Santiago), Albuher (en Villamanrique de Tajo) y La Alharilla (en Fuentidueña de Tajo). Actualmente, Castellar y Alharilla se conservan como ermitas.
Tras la derrota de Uclés y hasta 1139, cuando Alfonso VII conquista el castillo de Oreja, toda la margen izquierda del Tajo quedó bajo dominio musulmán. Este tramo de la frontera fue muy disputado, hasta que bajo el reinado de Alfonso VIII, con la conquista del castillo de La Alharilla por parte de la orden militar de Santiago y la posterior conquista de Cuenca en 1177, se asegura el dominio cristiano en la zona. Con este hecho el problema que surge es la repoblación de las zonas deshabitadas para poder mantener el dominio de las tierras, lo cual ya es base de comentario en otros artículos del blog.
Vista del Castellar en el año 1960.
En el año 1974 se finaliza la última restauración del Santuario:
"En las fachadas Norte y Sur del edificio, figuraba una serie de habitaciones y corredores, que en su día tuvieron su cometido para albergar a los trabajadores del campo que faenaban por aquella zona alejada del pueblo, pero que en la actualidad no eran necesarias. Esto restaba esbeltez al Santuario, a la par que estaba dañando la estructura del edificio. La bóveda de la nave central, presentaba una preocupante grieta en la clave, debida al fallo de la cubierta que era arrastrada por la acción de las citadas habitaciones.
Por encima de todo se trataría de resaltar la índole religiosa del edificio, de manera que conservara el tradicional aspecto de siempre, de nuestro Castellar.
Las obras consistirían fundamentalmente en demoler las dependencias y corredores de las fachadas laterales para aliviar las cargas sobre la bóveda y porches exteriores. Con ello quedarían al descubierto de los imponentes muros de la nave central y el ábside, así como los contrafuertes de la bóveda central y los porches exteriores de ambas fachadas Norte y Sur.
Para aumentar la iluminación diurna del interior se abrirían seis rosetones laterales en la zona superior de los muros principales y un gran ventanal transparente en el coro.
El coste estimado de las obras era importante y las posibilidades de la Hermandad limitadas, pero era necesario arrancar sin demora, de modo que su presupuesto inicial se fijó en un millón de pesetas."
José Navacerrada de Loma - 40 aniversario de la rehabilitación
Resultado de Inversiones y Financiación - Septiembre de 1976
Detalle imagen exterior 1977
Imagen de retablo 1982
Cayetano Luca de Tena - Texto publicado en ABC el 1 de Julio de 1986.
Vistas desde el mirador de la Ermita
Fuentes:
Anales Toledanos - Diputación Provincial de Toledo - Biblioteca Virtual de Castilla la Mancha
realacademiatoledo.es
Colectivo Calamita - El río Tajo a su paso por Madrid.
Historia del Santuario y célebre imagen de Ntra.Sra. de Texeda - Univerdidad de Alcalá 1779
Libros de Fiestras Patronales
iberiamagica.blogspot
Anales Toledanos - Diputación Provincial de Toledo - Biblioteca Virtual de Castilla la Mancha
realacademiatoledo.es
Colectivo Calamita - El río Tajo a su paso por Madrid.
Historia del Santuario y célebre imagen de Ntra.Sra. de Texeda - Univerdidad de Alcalá 1779
Libros de Fiestras Patronales
iberiamagica.blogspot