Iglesia Parroquial, construida en el Siglo XV, de estilo Herreriano fabrica de piedra labrada y careada sobre planta de cruz latina, de 47m. de larga y 23 m. de ancha y altura de 18 m.; con ocho medias columnas del orden dórico en la Nave Central que sostienen arcos y bóvedas de medio punto y en el centro del crucero una bóveda de media naranja de 25 m. de altura.
Aprovechando los espacios entre los botareles de la fabrica, se formaron cinco capillas con bóvedas de 12 m. de altura y entre ellas otro espacio donde en el Siglo XVIII hicieron nueva entrada a la Iglesia con arco medio punto y piedra de sillería, quedando por el exterior un espacio cubierto con bóveda románica, ésta es hoy la entrada principal a la Iglesia.
Tiene un magnifico Retablo Mayor, estilo Barroco de transición al Renacimiento, construido y tallado en madera y dorado en oro fino, con entrepaños estofados en oro. Dicho Retablo fue destruido en parte por las ordas rojas y restaurado después de la guerra por el escultor Santiago Lara Molina, de Socuéllamos. En el año 1.973, se reformó el Presbiterio y se decoró la Iglesia, descubriendo la piedra de las columnas y restaurando éstas.
Como comentaba Milagros Rivera Garretas, en su trabajo La Encomienda, el Priorato y la Villa de Uclés en la Edad Media (1174-1310),.......en el siglo XIII se anexionó al convento de Uclés un núcleo de propiedades al sur del Tajo y en su ribera, formando un señorío que comprendió las localidades de Villarrubia de Santiago, Biezma y Villandín. Villarrubia, en el siglo XVI, sería nombrada como Villarrubia de Uclés. Se ignora cómo pasaron al dominio del priorato, pero sí se sabe que en 1204 Biezma y Villarrubia estaban ya en su poder: se los había empeñado el convento a don Lope de Varea y a su mujer doña Sancha Pérez de Azagra por 500 maravedís chicos; se comprometieron éstos en 1204 a devolver las villas a la Orden en caso de que ésta no las rescatara antes de su muerte, quedando los quinientos maravedís como cuota por sus almas. Doña Sancha era hija de Pedro Fernández de Albarracín, al parecer hijo ilegítimo de Fernando Ruiz, segundo soberano de Albarracín. Las propiedades santiaguistas de Villarrubia, Biezma y Villandín quedaron durante la mayor parte del siglo XIII vinculadas a esta familia. En 1204 don Lope de Varea poseía en ellas viñas, campos de cereal, caballos, bueyes, vacas y esclavos sarracenos; unos años más tarde se habla de la existencia en ellas de prados, huertos, dehesas de conejos y de río. En 1185 Villandín poseía una presa y molinos en el Tajo y los frailes proyectaban la construcción de una nueva azuda (1), sin duda para la instalación de otro grupo de aceñas (2). El maestre Fernando González de Marañón dio en 1207 parte de Villarrubia a veinticinco pobladores, les concedió el fuero de Ocaña y fijó los límites entre la parte que quedaba en poder del convento de Uclés y las nuevas roturaciones. No parece que esta introducción de población cristiana supusiera la desaparición de los antiguos sarracenos, que aparecen todavía citados en Biezma y Villarrubia durante el maestrazgo de García González (1214-1217/ 1222-1224) en documento de fecha incierta por el cual doña Sancha Pérez de Azagra recibió esos dos lugares en prestimonio vitalicio.
Esta donación en prestimonio se repitió en julio de 1242, pero ahora en condiciones mucho más favorables para el priorato: doña Sancha y su hija Emilia López recibieron de por vida Villarrubia, Biezma y Villandín, pero a cambio entregaron a la Orden en plena propiedad el castillo de Tormón y todo lo que ambas poseían en el Reino de Aragón y en Santa María de Albarracín. De la entrega en prestimonio se excluyeron algunos diezmos, la fonsadera (3) de las tres villas y las aceñas de Villandín, aceñas que habían sido de los clérigos y en ese momento formaban parte del «bastimento», es decir, de las posesiones cuyas rentas se dedicaban al sostenimiento de la casa maestral.
Documento original de la donación en prestimonio de Villarrubia, Biezma y Villandín
Tras llegar a mis manos el documento original de la imagen, tengo la oportunidad de incorporar al blog su transcripción.
Tal vez la confirmación de don Lope de Varea y doña Sancha de la conveniencia que la orden había hecho a cerca de la posesión de Villarrubia, Biedma y Villandín (crónica de las órdenes de Santiago, folio 22, columna 3), fue la primera noticia documental de la existencia de Villarrubia. A partir de esta fecha, su nombre aparecerá con frecuencia en documentos y crónicas medievales.
"Conocida cosa sea a todos los hombres que son y a los que son por venir que esta carta vieren. Como nosotros Don Rodrigo Íñiguez por la gracia de Dios Maestre de la Orden de la Caballería de Santiago en uno con Don Pelayo Pérez, Comendador Mayor de Uclés, y con Don Ferrant Pérez Prior de Uclés, en otorgamiento del Cabildo del mismo lugar, otorgamos a vos Doña Sancha Pérez de Azagra y a vuestra hija Doña Emilia López para en vuestros días damas a dos (4) ; Villa rubio y Biedma y Villafandín y todo cuanto que nosotros tiviesemos, sacada la fonsadera de las tres villas, las aceñas de Villafandín que fueron de los clérigos que son del bastimento, sacado el pan del diezmo de Villa rubio que es del bastimento y sacado el sobrado de la Casa Nueva. Y del otro diezmo que se sacara del vino y de corderos y de quesos y de lana. Y de las otras cosas damos a vosotras la mitad y la otra mitad la reservamos para nosotros, y os damos toda la ofrenda que viniere al pie del altar. Que esto sea en vuestros días, y os encargareis del Clérigo Capellán y los diáconos que hubieran de servir la Iglesia de soldadas y de las otras cosas que hubiere menester, convenientemente.
Y así os damos estas tres villas para en vuestros días de damas a dos Doña Sancha Pérez y Doña Emilia López, y después de vuestros días damas a dos que las antedichas villas libres y cuanto allí este, sin ninguna deuda, permanezcan en(5)la nuestra Orden con cuantos bienes y heredades hiciereis y adelantareis y sin ninguna otra mala voz y sin ningún mal entredicho.
Y conviene saber que este nuestro donativo, todo, así como esta aquí escrito y nombrado en estas nuestras cartas que nosotros los antedichos; Maestre y Comendador y Cabildo damos a vos Doña Sancha Pérez y a vuestra hija Doña Emilia López, en vuestros días de ambas a dos. Os lo damos por el bien y por la elemosina (6) que vosotras dos a nosotros y a nuestra Orden hicisteis de todo vuestro heredamiento y cuanto que vosotras, ambas a dos, poseiais en el Reino de Aragón, y en Santa María de Albarracín y el Castillo de Tormón. Que nos disteis y confirmasteis con buen agrado (voluntad), así como lo antes escrito y nombrado.
Y para que estas cartas sean más firmes y mas estables, a vosotras ya dichas Doña Sancha Pérez y a vos Doña Emilia López, os las hacemos partir por d. b. c y sellarlas del sello del Maestre, del sello del Cabildo de Uclés y del sello de Doña Sancha Pérez. Las cuales cartas fueron hechas en Uclés. Domingo XII días por andar del mes de Julio. Sub era MCCLXXX."
(1) azuda: gran rueda movida por el impulso de la corriente, con la que se saca agua del río para regar campos.
(2) aceña: molino harinero de agua situado en el cauce de un río.
(3) fonsadera: tributo o prestación que se hacía al rey para los gastos de la guerra.
(4) en vuestros días: de vida
(5) permanezcan en: regresen a
(6) elemosina: gracia o donativo
El sábado 26 de abril de 1986, a 3 km de la ciudad de Pripyat y 134km de Kiev, actual Ucrania, tuvo lugar el accidente nuclear sucedido en la central Vladímir Ilich Lenin, más conocida como Chernóbil (Rusia).
Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento rápido de potencia en el reactor 4 de la central produjo el sobrecalentamiento del núcleo, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
Se estimó que el escape de materiales radiactivos y tóxicos, supuso una cantidad 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945. El gobierno de la Unión Soviética se vio forzado a la evacuación inicial de 116.000 personas. Durante los primeros diez días hubo grandes emisiones de radionucleidos que contaminaron más de 200.000 Kms cuadrados de Europa.
En total, 600.000 residentes fueron expuestos a dosis muy altas. Los casos de leucemia se duplicaron debido a la radiación recibida, pero el problema de salud más notable fueron los casos de cáncer de tiroides, que se multiplicaron entre la población menor de 18 años debido a que la leche quedó contaminada por el yodo radiactivo, siendo registrados 5.000 casos entre niños y adolescentes de la región ucraniana. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer hizo una estimación de hasta 38.000 las muertes achacables a Chernóbil.
La radioactividad desprendida, que afectó a la tierra, agua y aire, perjudicaba igualmente y de forma directa al organismo de las personas y principalmente al de los niños. Fue por ello y debido al beneficio que nuestro clima podría aportar, por lo que muchos municipios españoles se organizaron de forma solidaria para ayudar a numerosas familias de la zona de influencia de la catástrofe.
Fue en el año 1994, cuando familias de Villarrubia de Santiago comenzaron a acoger con ilusión y cariño a un grupo de niños afectados por el desastre. La iniciativa de este programa en Villarrubia fue organizada por el ayuntamiento y de forma principal por Agustín Cuesta Castaño, quien se ocupó de gestionar todos los detalles; la estancia en régimen familiar, viajes de ida y vuelta de los pequeños, reconocimientos y tratamientos médicos, distintos seguros, etc.
Grupo de niños acogidos por familias de Villarrubia
Este año se cumple por tanto el 25 aniversario de la acogida de niños afectados por el accidente de Chernóbil. Niños que pasaron veranos lejos de su casa y su familia, su familia verdadera, porque en Villarrubia de Santiago tenían a su otra familia, familias acogedoras, que con su solidaridad y ejemplo fueron también sin duda pilares de apoyo para ellos.
Estos niños, llegaban a pasar aquí más de 40 días en los veranos (los necesarios para eliminar un alto porcentaje de radioactividad del cuerpo), con el objetivo de mejorar su calidad de vida, su situación física y sanitaria durante la estancia, ayudándoles a combatir enfermedades a las que se encontraban expuestos que conllevaban riesgo de muerte, además de facilitarles reconocimientos médicos y tratamientos especializados en caso necesario. Se calculó que durante esas fechas de cada verano en que pasaban respirando aire limpio, los niños ganarían aproximadamente un año y medio de vida.
Se organizaban actividades conjuntas de carácter cultural, recreativo y de convivencia, con el objetivo de que sus estancias fueran lo más agradables posible. Gracias a las familias de acogida, los niños dejaron atrás algo más que la radiación, se olvidaban de su situación, dando paso al cariño de un hogar adoptivo que se traducía en salud e incluso en coger algunos kilos. Puede decirse que Villarrubia les sirvió como cura, descanso y grandes dosis de afecto.
Una de esas buenas dosis la recibieron Kostia y Nadia Nekhaychik por parte de la familia Encinas. El primer año, Kostia con 12 años de edad llegó solo, pero los siguientes tres años le acompaño su hermana mayor Nadia. Ambos vivían con sus padres, en un pueblo llamado Novozybkov, a 270kms de Chernóbil. Durante nuestra conversación, Carlos Encinas recordaba y me comentaba el estado pálido y débil en que llegaron los niños. Quiero anotar una bonita frase incluida en sus palabras: “La sensación fue muy positiva PARA TODOS, volveríamos a repetir la experiencia, para nosotros ellos son `nuestra familia rusa ´ y para ellos somos `la familia española´. Frase recíproca y prácticamente idéntica, me llegó por escrito tanto de Kostia como de Nadia, por cierto con un buen nivel de nuestro idioma.
Kostia y Nadia
No quisieron perderse la boda de Carlos y vinieron a España para la celebración. Nadia se casó, vive en Moscú, es una gran deportista y trabaja en una agencia de viajes, gracias a lo cual se pasa de vez en cuando a visitar a `su familia española´. Kostia también se casó y se fue a vivir con su mujer y sus hijos a Bielorrusia. Ambos mantienen el contacto y tienen planeado hacer próximamente otra visita, ya que se alegraron mucho cuando `su familia española´ les visitó en Rusia.
Nadia con su marido y Kostia con su familia
Pese al paso de los años desde la catástrofe, hay que recordar que la radioactividad sigue viva. Miles de personas tienen que soportar diariamente sus consecuencias que derivan en una nutrición inadecuada por contaminación de los alimentos y carencia de medios para su adquisición, a lo que tenemos que unir recientemente las tristes consecuencias provocadas por la guerra.
Panorámica de Novozybkov en la actualidad
El accidente de Chernóbil fue una combinación de un mal diseño de la central nuclear, junto con los errores producidos por los operadores y que la Unión Soviética no tenía un sistema independiente de inspección de la seguridad. La comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central, completado el 15 de diciembre de 2000. Inmediatamente después del accidente, se construyó un sarcófago para aislar el interior, que se vio degradado en el tiempo por diversos fenómenos naturales. En 2004, se inició la construcción de un nuevo aislamiento para el reactor. En noviembre de 2016, treinta años después de la tragedia, se inauguró el nuevo sarcófago.
El pasado día 6 de septiembre fue el día ideal para añadir y compartir, en el apartado "Celebraciones y Tradiciones" de este Blog, un escrito incluido en el Libro de Fiestas del año 1999 y que se firmaba como "Un Villarrubiero".
"No soy campanero, pero he vivido la mañana del día 6 de septiembre con ellos y, os lo quiero narrar. Así es como ocurrió:
Yo había bajado, como otros años, al santuario de Nuestra Patrona, andando. Allí, oyendo misa, vi a uno de ellos.
Después de terminada la misa, hablé con él, ILUMINADO, y quise ver cómo era esa tradición y me dijo que podía acompañarle. Este vino a oír misa y esperó a que a Nuestra Patrona, la Virgen del Castellar la acomodaran en el carrito que la trae al pueblo, mejor dicho, hasta la Ermita del Humilladero.
Este momento es el comienzo del viaje de regreso al pueblo en vehículo para llegar a tiempo.
El camino de regreso es un poco especial porque hay gente y vehículos que transitan, nerviosos, por el acontecimiento de la venida de la Virgen.
Llegado al pueblo, va a casa a recoger unos objetos, especialmente resistentes, para que los tensores de las campanas no les dañen las manos. Va a buscar al otro campanero. MIGUEL y, también les acompaña el hijo de ILUMINADO, que se llama como el padre y además el nieto: tres generaciones.
Ya reunidos todos, y con las llaves de una puerta de la Iglesia, se disponen a subir a la Torre. Abren, entran y cierran la primera puerta; otra segunda, les lleva hasta la nave principal que se atraviesa, donde se oye el silencio, esperando lo que luego a la noche será pleno bullicio. Llegan a la tercera puerta; ésta se resiste, pero logran abrirla. Se va por un pasadizo y se comienza a subir el primer tramo de escalera que llega hasta la zona posterior del Coro. Abren la puerta por donde se sube a la Torre. La escalera es difícil, un poco peligrosa y con más de cien peldaños. Una paloma se ha metido en esta zona y no sabe salir.
Subiendo y subiendo llegamos hasta la última puerta que da acceso al campanario. Allí se ve algún nido de paloma y sobre todo aparecen ante nuestra vista las dos impresionantes campanas. Una de ellas tiene una inscripción que dice: «ME HIZO DON FELIPE BALLENILLA SIENDO ALCALDES LOS SEÑORES D. MANUEL JOAQUIN CARBONERO I MUDARRA I JUAN GARCIA RAVOSO...»
Uno de ellos tiene en la mano unos prismáticos que le permitirán ver con más detalle el momento en que la Virgen llegue a la Ermita. En una primera mirada, no se ve que esté próxima a llegar, pero se observa a la gente inquieta moviéndose por el cerro.
Los campaneros aprovechan para preparar su labor. Comentan acerca de la forma de repicar y de mezclar los sonidos de las campanas. Hablan de cómo se hacía en otros tiempos.
Aprovechamos para hacer unas fotos que nos ayuden a recordar este momento. Nuevamente se mira a través de uno de los huecos hacia la Ermita. Ahora ya va llegando más gente y se adivina que Nuestra Patrona está a punto de llegar hasta allí... Unos momentos más y se oye la voz: “Preparados que está al llegar”. Los Campaneros se colocan, se agarran con fuerza a los tensores que tienen las campanas... La Virgen se acerca a su Ermita, y el que tiene los prismáticos dice: “¡Atentos, YA LLEGA!”
En ese momento comienzan a tocar con una cadencia especial mezclando sonidos y a los pocos segundos, abajo, desde la puerta de la iglesia, ANGEL lanza unos ruidosos cohetes que son el contrapunto al armonioso tañido de las campanas.
Sigue este «concierto» durante unos minutos más. El que tiene los prismáticos sigue observando lo que ocurre en la Ermita. La Virgen ya ha descendido de su carrito y descansa en la pequeña Ermita. El pueblo ya conoce todo esto, anunciado por los Campaneros, y la emoción hace que al escribir esto me transporte a ese momento de las Fiestas de mi pueblo y que lo viva nuevamente.
Una tradición como otras muchas, que nunca debiera desaparecer, al contrario, es una tradición que el tiempo ha conservado."
1947
Este año 2019, a pesar del automatismo existente para el toque de campanas en las distintas ceremonias, Iluminado Lorenta y Miguel Ramírez, han vuelto a cumplir con la tradición, con el uso de esos prismáticos y el manejo de campanas que avisa al pueblo de la alegre noticia de la llegada de su Patrona.
Con el carácter de Sociedad de Protección y Recreo, y bajo el nombre de "FRATERNIDAD", fue legalmente constituida el 13 de diciembre de 1918.
Iniciadores de su fundación, fue llevado a cabo por un reducido grupo de vecinos, no más de quince o veinte ilusionados de su propósito.
Su primer domicilio social estuvo establecido en la Plaza, denominada entonces, del Generalísimo Franco, en el edificio en que posteriormente se instalaría el bar Pombo. Posteriormente se trasladó a la calle de José Antonio, en el inmueble hoy destinado a sucursal del Banco Santander, instalándose ya de una manera definitiva, en su actual emplazamiento en el año 1924.
Para atender las necesidades económicas de la Sociedad se establecieron, una cuota de entrada y otra mensual, consistentes en principio en 5 pesetas la primera y en 1 peseta la segunda.
Se crearon dos clases o grupos de socios con la denominación de Fundadores y Numerarios, exentos los últimos de la cuota de entrada pero privados del derecho de voz y voto. Tal diferenciación entre asociados, fue posteriormente objeto de derogación, realizándose el pago de una cuota extraordinaria por los pertenecientes al grupo de numerarios y quedando así establecida una sola clase o categoría de socios.
Carentes de todo mobiliario y acomodo en los primeros pasos, los primitivos fundadores no solamente tuvieron que aportar la cuota de entrada y mensual, sino además una silla de su particular pertenencia, para la estancia de los mismos en el local social.
Finalizado el año 1918 se contabilizaban ya un total de 111 socios. Gracias al incremento del número de adeptos, y a tono con su proceso económico, se fue adquiriendo el mobiliario necesario para satisfacer las necesidades que la Entidad demandaba.
Pero las aspiraciones llegaban mucho más allá, y el 25 de marzo de 1925 se concierta la compra de la casa que hoy se disfruta, a los señores Marqueses de Villacastel de Carrios y de Casa Arnao, en el precio de 35.000 pesetas, abonándose 6.000 pesetas en el acto de la firma de la escritura de compraventa y el resto a pagar en los doce años siguientes, siendo presidente de la asociación Arturo García-Tizón Peco.
En el año 1935, siendo presidente de la sociedad Gregorio Carlos Barrasa Gutierrez, notario entonces de Villarrubia, se lleva a cabo una considerable reforma, dentro de la cual se instala la calefacción central, haciendo del local social un acomodado y más confortable lugar de recreo.
De acuerdo con su objetivo fundacional, fueron establecidas desde su principio prestaciones en favor de los asociados, consistentes en un socorro de enfermedad en cuantía de 2 pesetas por día, aumentado después hasta 2 pesetas y 50 céntimos, y en una pensión vitalicia de 1 peseta diaria a los socios que, contando con una antigüedad de 30 años, alcanzaran la edad de los 65.
Tales prestaciones fueron suprimidas en el año 1956, dada su escasa efectividad y habida cuenta del plan desarrollado por el Gobierno en materia de previsión y seguridad social, con la creación de los Seguros de Enfermedad y Vejez.
Posteriormente, hubo que proceder a la adaptación de sus Estatutos, de acuerdo con lo prevenido por la Ley de Asociaciones de fecha 27 de noviembre de 1959, siendo aprobados y autorizados el 20 de enero de 1960, tomando la denominación de Sociedad Cultural Recreativa "LA FRATERNIDAD".
Y no quiero finalizar este artículo sin antes destacar la importante reforma que fue realizada posteriormente, la cual aportaría unas extraordinarias instalaciones, con un coste total cifrado en 529.166,24 pesetas.
Hace ya tiempo tenía en mente el generar este artículo, basado en la recopilación de diferente información en forma cronológica y en modo resumen, con un conjunto de datos curiosos, estadísticos y claves, repartiendo en el tiempo la historia de nuestro municipio. Comencemos:
Siglo XII
En el 1173, Alfonso VIII da a la Orden de Santiago la heredad de Biedma. En ese año don Lope de Varea vende la heredad de Biedma y la aldea de Villarrubia para que los nuevos dueños las repueblen. Su mujer, doña Sancha Pérez de Azagra, recibe de la Orden de Santiago, en usufructo, dichos lugares, entre ellos se cita el antiguo Castillo de Tormón.
En el 1185 el comendador de Ocaña llega a un acuerdo con los hijos del mozárabe don Santiago Alguacil sobre la aldea de Villandín. En este tiempo el comendador y el mozárabe don Julián Esteban señalan los términos de esta aldea y la de Biedma.
Siglo XIII
Posiblemente la población se inicia al amparo del Castillo del Tormón, luego, en la Edad Media, conocido por El Castellar. Pasados los años bélicos la gente se establece lejos del río y de sus castillos, por eso empieza a poblarse Villarrubia al fuero de los santiaguistas en 1204, año en que Don Lope de Varea renuncia a favor de la orden de Santiago ciertos derechos que tenía sobre las heredades de Biedma y Villandín.
En 1207, el maestre de Santiago da carta para que veinticinco vecinos pueblen, al fuero de Ocaña, Villarrubia de Santiago.
Siglo XV
El fortalecimiento de las órdenes militares, principalmente la de Santiago, motiva la creación de encomiendas o comandancias, lo que supone la división de la comarca en villas, lugares, aldeas, encomiendas y señoríos. El valor de la encomienda de Villarrubia es de 12.854 maravedíes.
En esta centuria la judería de Ocaña es la más rica y poblada de las existentes en la provincia de Toledo. En el reinado de los Reyes Católicos se documenta la Encomienda Santiaguista de Biedma y de Montealegre, la primera estuvo antes unida a la Encomienda de Villarrubia-Biedma (1207).
También en este siglo XV se mantienen los castillos, más o menos abandonados, en La Cabeza Mesada, La Guardia, La Huerta de Valdecarábanos, Ocaña (torre y castillo) y Villarrubia de Santiago.
En este siglo tiene lugar la construcción de uno de los elementos arquitectónicos más reseñables de la villa, la iglesia Parroquial de San Bartolomé Apostol, de estilo herreriano.
Siglo XVI
El Embalse de Valdajos tiene una larga tradición que arranca del siglo XVI. Comienza su construcción en el 1528, finaliza en el 1530, se documenta en el 1580, se amplía en el 1926.
En el 1571, Villarrubia de Santiago está poblada por 600 familias, pasando ya en 1575 a 700 familias y llegando a 730 en 1594. La mayor parte es labradora, que vive de sus trabajos, más bien pobres que ricos. Hay en Villarrubia más de 20 hidalgos, correspondiendo sus apellidos a los Ribera, Calderón. Portillo. Romero, Castellar y Carrillo.
Se coge para el gasto tanto pan como vino, se cosechan 20.000 arrobas de aceite. En Villarrubia, estaba el Alfolí o pósito de granos de la Mesa Maestral, en el cual «hay trigo en cantidad para los reparos de los pobres ... hasta tres mil fanegas». El beneficio curado de Villarrubia carece de renta, pero recibe la ayuda de la Mesa Maestral y de las tres encomiendas, con un valor total de 15.000 maravedíes.
La renta del diezmo, se arrienda en Villarrubia por 1.500 fanegas de trigo, 3.000 de cebada, 4.000 fanegas de aceituna y 2.000 arrobas de vino.
En la comarca las ermitas, construidas o restauradas, siguen siendo numerosas, en Villarruvia son: La Concepción, San Pedro y San Sebastián, en Biedma la de Nuestra Señora del Castellar.
Santa Teresa de Jesús, en uno de sus muchos viajes yendo de Toledo a Pastrana, a su paso por Villarrubia, deja uno de sus baúles. El baúl, en cuyas letras claveteadas puede leerse "Teresa de Cepeda", se muestra en una de las capillas de la propia Iglesia Parroquial.
Hay un hospital para pasajeros pobres, exactamente en la calle Prim n°10, con una renta de 25.000 maravedíes. Este hospital nace de la mano de don Juan de la Puerta natural de Villarrubia.
En las Relaciones de Felipe II de 1576, se anota: "Su territorio es, por lo general, llano, raso, falto de leña, por lo que aprovechan los sarmientos de las viñas y el ramón de los olivos. Es tierra más bien templada."
Víllarrubia de Santiago es tanto como 'Villa Roja'; ya lo dice la Relación: "Creese que se llama Villarrubia porque mucha parte del pueblo y tierra que confina con él es colorada». Encuentro un cromónimo que viene a confirmar lo dicho: Camino de la Cueva Colorada.
Siglo XVII
Demografía: en 1645 - 800 familias
A este siglo pertenece el retablo de la iglesia parroquial, maravillosa muestra del barroco.
Siglo XVIII Después del gran paréntesis del siglo XVII y de la guerra de Sucesión (1701-1714), en la que España y por ende nuestra comarca, sufren la presencia de tropas extranjeras, se produce un moderado aumento poblacional. La mortalidad infantil es grande, la dolencia más frecuente es el paludismo.
Del año 1712, se dispone de una estadística vecinal de 139 familias, pasando en 1752 a 471 familias (2086 habitantes) y en 1787 a 351 familias.
En los años 1752 y 1797, Villarrubia de Santiago tiene 5 y 8 eclesiásticos respectivamente.
En 1797, 13 hidalgos y 87 artesanos.
El 15 de marzo de 1787, apareció de forma casual, durante unas obras realizadas en la iglesia del municipio, el manuscrito del Kitab al-Tafri, fechado exactamente 375 años antes. Se trata de un compendio jurídico escrito originalmente por el iraquí Ibn Yallahb y difundido ampliamente por el Magreb y Al-Andalus. Según informe emitido por la Escuela de Traductores de Toledo, se trata de la copia más antigua de España.
Siglo XIX
Documentos eclesiásticos y algunos diccionarios de la época facilitan el conocimiento poblacional en los primeros años del siglo:
1808- 502 familias
1815- 435 familias
1825- 607 familias, 2133 habitantes
1843- 500 familias, 1946 habitantes
1845- 296 casas
Existen tres fuentes dulces y dos salobres.
En los abundantes prados de la zona se benefician 2.000 cabezas de lanar de Villarrubia.
La actividad industrial sufre un rudo golpe con la Guerra por la Independencia; la que se mantenía en el 1825 decae ya en el 1850.
Siendo una comarca caliza-salina son numerosas las zonas en donde se extrae piedra de cal para construcción, para cocer, con la consiguiente cadena de hornos de cal y yeso. En Villarrubia se da «yeso especular, sulfato de magnesia, potasa y hierro».
La cifras de los presupuestos municipales del año 1847, es de 30.541 reales
Consecuencia de la nueva división provincial de 1833 es la creación de los partidos judiciales, que tiene lugar en el año 1834, siendo uno de los afectados el de Villarrubia.
En el 1859 se crea la Compañía de Postas Generales y la Diligencia del Norte y Mediodía de España. Las diligencias de Carsi, Ferrer y Compañía que van a Valencia pasan por diferentes pueblos de la comarca. En ocasiones las diligencias eran asaltadas por los bandidos, perseguidos por la recién creada Guardia Civil (1844). A la extinción del bandidaje contribuye la implantación del ferrocarril, que afectaría a la comarca en las líneas de Aranjuez, Cuenca, que pasa por Villarrubia.
En 1881, se constituye la banda de música Ntra. Sra. del Castellar, si bien su primera aparición en público tiene lugar el 19 de marzo de 1887, festividad de San José.
Siglo XX
En 1908 se construye la central eléctrica de Valdajos para suministrar energía a la fábrica de cemento Porland-Iberia.
El 1 de mayo de 1912, se inaugura el puente sobre el río tajo.
En 1916 se contabilizan en Villarrubia de Santiago 1.031 cabezas de ganado asnal, 300 cabezas de porcino, 450 de cabrío y 50 caballar.
En 1918, se declara la epidemia de gripe, que acabaría segando las vida de 50 millones de personas en América y Europa, entre ellos incluidos villarrubieros y villarrubieras.
En 1924, llega el primer coche a Villarrubia
En 1925, se celebra un gran avance en el servicio urbano con la llegada del agua potable.
En 1928, tiene lugar el accidente de aviación del Capitán de Caballería don Vicente de la Lastra Soubrier.
El 23 de julio de 1931, finalizan las obras del edificio de "las escuelas"
En 1945, su riqueza agrícola se distingue por la producción de cereales, vino y aceite.
Otra manifestación cultural se vincula a la prensa, en este caso a la lectura de diarios y periódicos; en el 1928 la mayoría de los pueblos comarcanos leen ABC, El Debate, Ahora, El Castellano, La Libertad, El Socialista, La Voz, El Liberal, La Tierra. De algunos pueblos conocemos el número de lectores, así en Dos Barrios 207, en La Huerta 150, en Villamuelas 75 y en Villarrubia 328.
En el 1946, destaca la industria minera, registrandose varias minas en Villarrubia de Santiago, llamadas «Dolores», «Virgen del Castellar», «San Claudio», de sal gema; «Aurelia», de sosa; «Pilar», de sulfato de sosa, sosa y cal, y «El Sacramento», de sulfato de magnesio.
En 1946, el presupuesto del ayuntamiento no llega al millón de pesetas. En 1973, el presupuesto municipal es de 2.881.000 pesetas
Entre los años 1945-47, el servicio de telefonía funciona con 26 líneas y 24 estaciones.
En 1955 el número de abonados al servicio telefónico llega a 31.
En el 1956 la política y la administración municipales se concretaba en el número
de concejales, secretarios, administrativos y subalternos (alguaciles, vigilantes, serenos
o policías). El número de concejales en Villarrubia es de 9.
En 1958, el servicio público de automóviles existente comunica Villarrubia de Santiago con Toledo.
En el 1958, en todos los pueblos de la comarca hay escuelas primarias, de niños, de niñas y mixtas. Villarrubia cuenta con 8 unidades.
El censo electoral del año 1958 sobrepasa las 3000 personas.
En 1959, Villarrubia cuenta con 2 salas de teatro, sumando un total de 800 butacas de aforo.
El 11 de mayo de 1972, se inaugura oficialmente la plaza de toros. El cartel de aquella tarde lo formaron los diestros Gabriel de la Casa, Juan José y Juan Calero, que lidiaron un encierro de Hidalgo y Martín. Aforo: 2.500 localidades. Categoría: 3ª.
En esta segunda mitad del siglo se lleva a cabo una intensa mecanización en la agricultura, con una sensible disminución del ganado de labor. Pasando a ser el tractor un factor esencial en el laboreo agrícola. En 1977, el municipio de la comarca con mayor número de tractores es Villarrubia con 249.
En 1979, la industria artesana está representada por 12 artesanos repartidos en Noblejas, Ocaña, Villarrubia y Villatobas, con las siguientes actividades: boteros, toneleros, alfareros, esparteros y alfombristas.
En 1981, la tasa de analfabetismo, de personas mayores de 10 años en Villarrubia, es del 8,5%.
En 1983, están matriculados en primaria un total de 335 niños y niñas.
En 1983, el municipio cuenta con 445 abonados de telefonía, pasando en la fecha de 31 de mayo de 1993 a 855 abonados.
En 1983, en Villarrubia se tiene un registro de 51 camiones.
En 1985, se encuentran en una alacena, en una casa de la calle del Vallejuelo, varios libros de grafía arábiga, uno de ellos del año 1120.
En 1988, la artesanía comarcal contabiliza 7 artesanos repartidos entre Ocaña y Villarrubia, esta última se la considera de concentración artesana, con 5 talleres, concretados en el subsector del metal.
En 1992, el sistema cooperativo en torno a la fabricación del vino y del aceite adquiere en la comarca cierto relieve. Se cuenta con 17 cooperativas, de ellas 3 en Villarrubia.
Vista del campo de concentración de Gusen (Austria) después de la liberación. 27 de junio de 1945. Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. Cortesía de la Administración Nacional de Archivos y Documentos.
Una larga historia de horror y muerte ha tenido por escenario este macabro lugar donde los prisioneros eran sometidos a esfuerzos sobrehumanos que muchos eran incapaces de soportar. Piedras de más de cuarenta kilos eran transportadas a la espalda de los prisioneros hasta las obras del campo.
La construcción de Gusen, a cuatro kilómetros de Mauthausen, se inició en diciembre de 1939 y los primeros reclusos llegaron en la primavera de 1940. El campo se construyó porque la población del campo de Mauthausen se estaba expandiendo rápidamente. Al igual que su modelo de Mauthausen, el campo albergaba fundamentalmente prisioneros políticos y opositores nazis. Había miles de rusos, españoles, yugoslavos, franceses y húngaros.
La idea era construir un amplio sistema de campos de trabajo cerca de las canteras de granito rentables de la región. En el invierno de 1942, en lugar de poner énfasis en destruir a los prisioneros a través del trabajo, decidieron explotarlos para la máquina de guerra nazi. Como resultado de este cambio, a partir de noviembre de 1942, se les permitió a los reclusos recibir paquetes de ayuda, que salvaron muchas vidas.
Debido a la amplia mano de obra esclava, el campo resultó muy rentable. En mayo de 1943 se construyó una fábrica, directamente en los terrenos de campo, para acelerar la producción de piedra acabada. Para fin de año, Gusen producía una parte importante del granito alemán. El campo también se amplió para incluir una fábrica subterránea para la construcción de aviones.
Campo de Gusen
Puerta principal y la Appellplatz (plaza de inspección). 5 de mayo de 1945.
Cortesía de Hjalmer Lake.
El 5 de mayo de 1945, un solo tanque norteamericano entró para liberarlo. En aquel momento quedaban 2.184 españoles. Los reclusos que todavía podían cantar iniciaron la "Marcha de Gusen”, compuesta por compositores polacos encarcelados. (Entre sus canciones había un himno de Gusen y una canción de marcha del campo.).
Los supervivientes del campo de Mauthausen aclaman a los soldados del Tercer Ejército americano después a su liberación.
En el cartel se puede leer la inscripción "Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras".
El 9 de agosto de 2019, el BOE ha publicado los datos de los 4.427 españoles que perdieron la vida en estos campos.
Según la investigación llevada a cabo por Isabelo Herreros, y que fue publicada en la Revista Añil en otoño de 2001, ya adelantaba que fueron cerca de 431 castellano manchegos los que perdieron la vida en estos campos.
Entre los 176 toledanos, se encuentraban José Zamorano Escribano, Julio Zamorano Zapata, Lucio Guijarro Sánchez y Telesforo Loma Guzmán, nacidos los cuatro en Villarrubia de Santiago y fallecidos en el campo de Gusen.
José, nacido el 27 de agosto de 1905 y asesinado el 2 de noviembre de 1941 con 36 años de edad
Julio, nacido el 19 de febrero de 1916 y asesinado el 22 de enero de 1942, con 26 años
Lucio, nacido el 3 de marzo de 1913 y asesinado el 17 de diciembre de 1941, con 28 años
Telesforo, nacido el 5 de enero de 1916 y asesinado el 14 de abril de 1942, con 26 años
Muchas veces tuvieron que pasar los cuatro bajo la gigantesca águila de bronce que presidía el campo, a la cual todos los presos tenían que saludar al entrar y salir de las instalaciones, por donde pasaron unos 200.000 deportados de los que murieron unos 120.000.
Prisioneros en formación a primera hora de la mañana
Sus largas jornadas se iniciaban de madrugada, con largas revistas, y acababa por la noche, cuando eran sometidos a nuevas formaciones, siempre bajo los imperativos de la alimentación mínima y de la máxima reducción del tiempo de sueño y de las horas de comer.
A las terribles jornadas de trabajo y a los déficits alimenticios se añadía el frío y el agotamiento de las largas revistas y de los castigos. Estas condiciones hacían que todo preso fuera candidatos a terribles enfermedades como el tifus, disentería, tuberculosis, septicemia... y a la muerte en un término medio de tres a seis meses.
Las torturas corporales eran también prácticas cotidianas: dolorosos colgamientos, castigos públicos, azotes con látigos. Estos castigos acababan a menudo con la muerte.
Extracto de "Mauthausen el universo del horror" "Para la generación protagonista y para todas las generaciones siguientes queda el compromiso moral y la responsabilidad histórica de no olvidar y de realizar una tarea constante de rechazo y denuncia del exterminio nazi, que algunos incluso llegan a negar, en un mundo en que las nuevas acepciones del nazismo no han dejado nunca de ser una amenaza frente a los valores democráticos de la libertad y la solidaridad."
Homenaje a los españoles muertos en Mauthausen.
Durante mi búsqueda de información, encontré el suceso que resumo seguidamente. Muchos de vosotros podéis pensar sobre la menor o mayor necesidad de incluirlo en el artículo, pero personalmente me produjo grandes sensaciones. Sensaciones por un gesto que habla tanto del nivel de convicción política como de las condiciones severas que marcaron la vida en el campo de Gusen.
A pesar de la destrucción de la mayoría de los registros y del número relativamente bajo de sobrevivientes, hay información sobre la vida musical de Gusen. Si bien los españoles y los checos eran la fuerza motora detrás de la actividad cultural en Mauthausen, esta aumentó cuando en 1944, muchos miembros de la Filarmónica de Varsovia fueron deportados allí.
En la primavera de 1944, un grupo de varios cientos de prisioneros italianos de Gusen estaba trabajando en una cantera de piedras. Conscientes de la probable pena de muerte que implicaba esta tarea, de forma espontánea los hombres dejaron sus herramientas y cantaron el estribillo de la canción revolucionaria "Avanti Popolo", conocida por los trabajadores de izquierda de toda Europa. Las SS, impresionadas por este acto de resistencia, rodearon a los hombres de inmediato y comenzaron a disparar indiscriminadamente. Muchos murieron en el acto, mientras que los pocos sobrevivientes fueron distribuidos por otros campos en un intento por destruir cualquier sentido de solidaridad entre ellos. Todos terminaron siendo exterminados a través del trabajo.
Música: "Avanti Popolo"
Mi agradecimiento al Centro de Estudios de Investigación Histórica Bajo Maestrazgo (Montsía/Tarragona - CEIBM)
Fotografía obtenida del libro "Un Siglo en Imágenes" - Villarrubia de Santiago 1998
Hace ya muchos años, en uno de sus días de labor en el campo, mi padre encontró la insignia que se puede ver en la imagen. Ya por aquel entonces, conociendo de mi curiosidad por la historia, numismática, etc, mi padre me proporcionaba piezas de este tipo que despertaban mi interés por investigar y conocer, lo cual se hace más atrayente conociendo el origen local de estas piezas.
Recientemente, recordé que la tenía guardada y a pesar de no disponer de información relativa a Villarrubia, he creído interesante el anotar un poco de información histórica sobre el Cuerpo de Somatenes, con la posibilidad y esperanza de que haya personas que dispongan de información y datos concretos con referencia a nuestro pueblo.
Edad Media - Orígenes
Uno de los cometidos del somatén consistía en dar la alarma para alertar a los pueblos vecinos. Esto se llevaba a cabo mediante hogueras encendidas de cumbre a cumbre, el sonido de un cuerno, un toque de trompeta o repique de campanas. De esta última manera, del repique de campanas (so emetent, en catalán) es de donde surge el nombre a partir sobre todo del siglo XVI.
Sus orígenes se encuentran en las recopilaciones efectuadas por las Cortes de Cataluña en 1068.
En el somatén medieval, cuando el rey o sus oficiales lo creían conveniente y necesario se convocaba para acudir con las armas en defensa de su señor.
Edad Moderna
La movilización masiva de los ciudadanos se denominaba somatén general y alcanzó su auge durante los siglos XII y XIII.
En los siglos XVI y XVII adquiere un papel fundamentalmente policial contra bandoleros, hugonotes y piratas– definido por la Constitución de 1561, vigente hasta mediados del siglo XVII.
A raíz de la derrota de los partidarios catalanes del archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión Española (1714), Felipe V promulga la supresión del somatén. Pese a esta supresión temporal, el somatén fue restablecido en 1794 por el conde de la Unión durante la Guerra del Rosellón (1793-1795), a causa sobre todo de la mala situación del ejército.
Fue nuevamente usado durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), contra de los franceses.
Siglo XIX y principios del siglo XX
Fue reconstituido en 1855 por los grandes propietarios rurales, con el nombre de Sometent Armat y adoptó el lema de Pau, pau i sempre pau (paz, paz y siempre paz). A partir de entonces, el somatén adquirió un carácter de cuerpo auxiliar del orden público en el ámbito rural, destinado a proteger los dominios de los grandes propietarios. Se abolió nuevamente en la Primera República, pero se restableció poco después para combatir a los carlistas en la Tercera Guerra Carlista.
Posteriormente, el somatén actuó en colaboración con las autoridades y grupos ultraderechistas en varias ocasiones. El apoyo popular del somatén era escaso, debido a su actividad represiva y de trato favoritista con las clases altas, gestándose toda una leyenda negra a su alrededor.
Acto de entrega de Bandera al Somatén, con la asistencia del delegado gubernativo Villarrubia de Santiago 1923
Extensión del Somatén a toda España bajo la Dictadura de Primo de Rivera
El 17 de septiembre de 1923, sólo dos días después del triunfo del golpe de Estado que instauró la Dictadura de Primo de Rivera, el Somatén Nacional, que fue el primer nombre oficial que recibió, tuvo un notable protagonismo en la «policía de las buenas costumbres» ocupándose de establecer un determinado comportamiento cívico burgués conservador, con un fuerte componente religioso.
En la práctica se puede diferenciar entre el Somatén rural, dirigido a la represión de los delitos comunes, como los hurtos, del Somatén urbano que actuaba bajo la tutela del Ejército y la Policía en la represión de los llamados "delitos sociales", como las huelgas.
Por otro lado, alistarse al Somatén se convirtió en una importante base de partida para el ascenso político en el régimen o para la defensa de determinados intereses, dando lugar a la formación de grupos armados al servicio de los grandes propietarios, lo que minó la valoración social del Somatén.
Tras la caída de la Dictadura de Primo de Rivera y el fin de la censura, buena parte de la prensa denunció los excesos, e incluso los delitos cometidos por sus miembros, y exigió su disolución. Esta se produjo, excepto para la Cataluña rural, el 15 de abril de 1931, sólo un día después de la Proclamación de la Segunda República Española.
Segunda República, Guerra Civil y Dictadura Franquista
En 1931 es disuelto de nuevo por la Segunda República, aunque se restableció en 1936 tras la sublevación que originó la Guerra Civil. Acabada ésta, en 1939, se disuelve nuevamente el somatén, pero no por mucho tiempo, puesto que en 1945 el gobierno de Franco lo reorganiza, extendido ya a casi todo el territorio español, bajo el nombre de "Somatén Armado", con la finalidad principal de colaborar con la Guardia Civil en combatir a los maquis y las organizaciones obreras clandestinas. Los miembros del somatén, que tenían sus fusiles adjudicados en los puestos de la Guardia Civil y licencia de arma corta, no podían actuar en solitario, pero podían quedar a cargo del cuartel de la Guardia Civil si era necesario que todos los guardias acudieran a una emergencia, salir de servicio formando pareja con un guardia, etc.
El Cuerpo de Somatenes fue disuelto por el Senado en 1978.