Nicolás López-Prisuelos Maqueda



Nicolás López, natural de Villacañas, municipio a menos de 50kms de Villarrubia de Santiago, nació en el año 1924 y se ordenó en el año 1950.

D. Nicolás tenía relación familiar con uno de los beatos de la persecución religiosa de los años 30, el beato Francisco Maqueda, del que era primo hermano.
Era sobrino de Rufino López-Prisuelos García-Maqueda, detenido, torturado y ejecutado junto a otros sacerdotes. Nicolás, que por entonces era un niño de doce años, fue testigo de su cautiverio y recordaba que “todos los días le llevaba la comida y, con alguna frecuencia, le dejaban entrar dentro, con lo cual pude comprobar su estado, como consecuencia de los tormentos recibidos”. Finalmente, los sacerdotes fueron juntos sacados de la cárcel el 5 de septiembre de 1936 y conducidos a las tapias del cementerio de Tembleque.

Además de haber ejercido como capellán en el Hospital Provincial de Toledo desde 1981, también fue párroco de diversas localidades de la archidiócesis como Alberche del Caudillo, Magán y Villarrubia de Santiago.

El primer domingo, después de "la bajada" de 1964, llegaría a Villarrubia de Santiago, sustituyendo como sacerdote a Don Celedonio Muñoz Sánchez-Rico.

Don Nicolás dando la Primera Comunión a Antonio Rico, 1965
con los monaguillos Angel Vicente y Fernando Guerra

Serían un total de 18 años los que ejercería como cura párroco en la Iglesia San Bartolomé Apostol, formando parte de la vida de nuestro pueblo, generando cariño recíproco y consiguiendo que tras su marcha, el año 1982, todos le mantuviéramos en nuestro recuerdo.

Don Nicolás dando la Primera Comunión, 1979 y 1981 respectivamente

La última parte de su labor pastoral la dedicó siendo capellán de la residencia de ancianos “Josefa López” de Villacañas.


D. Nicolás López-Prisuelos Maqueda, falleció la noche del 29 al 30 de abril de este año 2020, a la edad de 96 años, “tras una larga vida sacerdotal llena de celo y entrega en su ministerio sacerdotal” según palabras el párroco de Villacañas, D. Luis Lucendo.

Sus exequias tuvieron lugar el mismo día, 30 de abril. Y su cuerpo recibió sepultura en el cementerio municipal de Villacañas.

Sacerdote mayor que nos han dado un gran testimonio de fidelidad a todos.
Me tomo la libertad de trasladar a la familia un mensaje de cariño y un abrazo en nombre de sus feligreses durante muchos años, del pueblo de Villarrubia de Santiago.

 Descanse en paz.









Gracias Oscar Avilés



La Perla del Castellar. Aguas mineromedicinales





Esta imagen corresponde a la portada de la pequeña publica­ción dedicada al análisis químico de las aguas y sales medicinales "La Perla del Castellar". Este folleto consta de treinta y dos páginas, cada una de ellas tiene un valor incalculable debido a la cantidad de datos e información tan curiosos que contiene. En ella vemos un escudo de Toledo capital, rodeado por un lazo en donde está escrito el nombre de nuestro pueblo. Según la opinión de Don Buenaventura Leblic, especialista en heráldica, este se usaba como gancho comercial, ya que a Villarrubia de Santiago no lo conocía casi nadie. Sin embargo Toledo es conocido, prácticamente, por todo el mundo. De esta manera los posibles clientes se podrían situar y localizar nuestras aguas medicinales.

Don Santiago Ramón y Cajal, hace unas declaraciones a una revista de la época hablando de las aguas medicinales de Cabreiroá (Galicia) y de "La Perla del Castellar" de Villarrubia de Santiago, que por su composición de sulfato sódico las recomienda como alivio en multitud enfermedades.

En la Biblioteca de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, aparece archivado este estudio sobre la Thenardita medicinal de Villarrubia de Santiago, efectuado por el eminente Don Santiago Ramón y Cajal.

El análisis se llevó a cabo en el Instituto de Sueroterápia, Vacunación y Bacteriología de Alfonso XIll con el n° de certificado 669 firmando el once de Marzo de 1907 en Madrid por su director el Dr. Cajal.

En su primera página nos indica la procedencia de dichas aguas y sales: Concesiones Mineras "Pilar y Aurelia" en Villarrubia de Stgo. (Toledo), con sus propietarios Don Eusebio Caja y Compañía. El cual fue quien llevó las primeras muestras de Thenardita a analizar.

"Estos estudios no se limitan a España, sino que abarcan otros países del extranjero explicándonos la importancia de nuestra aguas medicinales y como el agua de mar contie­ne Thenardita en notable cantidad, lo mismo que algunas aguas minerales y ciertos lagos de Austria, Hungría y Egipto. Pero el yacimiento más importante de este mineral se encuentra en España, en Villarrubia de Santiago, cerca del río Tajo de donde proceden las aguas y sales "La Perla del Castellar". Mide más de mil seiscientos metros de longitud por diez metros de espesor, habiendo merecido ser visitada por gran número de ingenieros y geologos extranjeros.

Su acción purgante es muy rápida, se manifiesta a las tres horas sin ningún tipo de irritación, también tiene propiedades diu­réticas, alivia diarreas crónicas a la vez que estreñimientos, úlce­ras de estómago además hemorragias, hipotensión y muchas indi­caciones, incluso en pediatría y en algunos casos se administraba en inyecciones subcutáneas. Este mineral desempeña un papel muy importante en la hidro­terapia, en enfermedades tales como el escrofulismo y hepertismo, requiriendo el empleo de baños apropiados, dando muy buenos resultados."


Estas enfermedades están superadas gracias a los adelantos médicos que tenemos hoy en día, no tenemos que olvidar que este estudio data de principios del siglo XX.

Santiago Ramón y Cajal 1892-1934

Toda esta historia sale a la luz, gracias a un anuario que data del año 1929, del cual tenemos una edición en nuestro pueblo.


Anuario General de España (este es el nombre de esta guía). Está publicado por una editorial catalana «Anuarios Bailly-Bailliére y Riera Reunidos» S.A. En la página noventa y seis, nos encontramos el espacio dedicado a Villarrubia de Santiago. En él encontramos información, por ejemplo, de los habitantes que tenía nuestro pueblo, tres mil seiscientos setenta, además el nombre de su alcalde, párroco, maestros, etc. Junto con los anuncios de los negocios que existían en Villarrubia, carpinteros, buñueleros, corresponsales, etc. Pero el anuncio que más llama la atención es de las aguas minero medicinales «La Perla del Castellar» con su propietario Don Florestán Aguilar.

Don Florestán Aguilar nació en la Habana (Cuba) el 15 de abril de 1872 hijo de padres españoles.
Hizo sus primeros estudios en Madrid, trasladándose en 1895 a Filadelfia, cursando la carrera de «Doctor in Dental Surgery». Concluidos sus estudios vuelve a España, para instalarse en Cádiz, llegando a ser teniente alcalde.

Florestán Aguilar y Rodríguez 1872-1934

De vuelta a Madrid, pasa a ser colaborador en la clínica del doctor Highlands. Este señor era el dentista de la reina Mª Cristina de Habsburgo (su nombre completo era Mª Cristina Felicidad Deseada), segunda esposa de Alfonso XII.

Ya muerto el rey, en uno de sus paseos en tíburi por la Casa de Campo, la reina a consecuencia de un frenazo, fue a golpearse contra el pasamanos delantero del carruaje, dándose un fuerte golpe en los dientes, los cuáles se movilizaron para gran disgusto de esta, pues como se ha dicho antes era lo más bello de su rostro.

Ya en palacio, ordenó inmediatamente que se llamara a su dentista el doctor Eduardo Highlands. Pero precisamente en 1898 este señor de nacionalidad americana se había ido de España, debido al ambiente enrarecido que reinaba entre los españoles, a consecuencia de la guerra entre EE.UU. y España, por la independencia de Cuba.

Informada de esto la reina, no duda en ponerse en manos de don Florestán Aguilar. Fue tal el éxito obtenido en el tratamiento del traumatismo, que la reina le nombra Dentista de Cámara, lo que le permitió introducirse en el restringido círculo de personas con influencia en palacio.

Le concedieron múltiples distinciones profesionales, tanto dentro como fuera de España, llegando a concederle el premio Miller (equivalente al Novel en Odontología).

Tuvo mucho que ver con la construcción de la Universidad Complutense en Madrid, hoy en día el aula magna de la Facultad de odontología de esta universidad se llama Florestán Aguilar.

Alfonso XIII 1876-1931

La relación con Alfonso XIII era sumamente estrecha a lo largo de toda su vida, hasta el punto que le sería encomendada por el Conde de Romanones la difícil misión de sugerirle que abandonara España. Además de esto Florestán se encargaba de pasar los comunicados entre el rey y Manuel Azaña, causa al final de bastantes problemas políticos para él.

Muy agradecido al rey le concede el título de Vizconde de Casa Aguilar.

Florestán Aguilar y Rodríguez falleció sin descendencia el 28 de Noviembre de 1934.

La pregunta que surge es, ¿por qué se interesó por nuestras aguas un personaje tan importante en el campo de la odontología, cuando las enfermedades que aliviaban las aguas y sales medicinales estaban relacionadas con el aparato digestivo y problemas de piel?

El doctor don Julio González Iglesias, profesor de Historia de la Odontología de la Universidad Alfonso X el Sabio, ferviente admirador de Florestán Aguilar y autor de trabajos acerca de este, está convencido de que el motivo que lleva a Florestán a interesarse por este agua, fue el ánimo de aliviar los síntomas de la enfermedad que padecía Alfonso XIII, el hepertismo.

Aguilar un polifacético, también se especializó en hidroterapia llegando a ser médico de baños.

Aconsejando al rey tomar baños a base de nuestra Thenardita medicinal, pues los resultados obtenidos de los estudios hechos a este mineral, demuestran que combate con efectividad las molestias tan desagradables que produce el hepertismo.



- Una curiosidad más: en la década de los cincuenta, se podía leer en un escaparate de una tiendecita en la calle Atocha de Madrid, un cartel que decía: "Se vende agua sulfurosa de Villarrubia de Santiago".




Ver también en este blog  >> Bibliografía, Textos y Referencias - "Historia de las aguas mineromedicinales en España"
(Santiago Ramón y Cajal, defensor de las propiedades terapéuticas de las aguas minerales de Villarrubia)





Música: Santiago de Masarnau: II. «En los jardines de La Granja» de "Los Cantos de las Dríadas" (1837)

Fuente principal: Libro de fiestas patronales 2007