La "bajada"

Procesión y romería que año tras año tiene lugar en honor a la Virgen del Castellar el último domingo de septiembre.

 
Vídeo Bajada 2010. Por María Zamorano. 

Desde el 6 de septiembre, ha visitado a su pueblo durante el resto del mes y como se explica en el anterior artículo, como celebración y en su honor, tienen lugar las fiestas patronales. Después de diversos y numerosos actos religiosos, misas en su honor, canto de salves, procesiones, celebración de bautizos, misas dedicadas a los enfermos, a los difuntos, a los jóvenes y niños, aniversarios de matrimonios...., llega el mencionado último domingo del mes de septiembre, día de fiesta a la vez que de tristeza, tristeza de su pueblo por un adiós hasta el año próximo. La Virgen del Castellar es acompañada a su Santuario, lugar donde durante los siguientes once meses, once largos meses, será ella quién esperará y recibirá nuestra visita, desde donde seguirá siendo nuestra singular Protectora.


El domingo comienza con la Santa Misa en la Iglesia de San Bartolomé Apostol y Salve de despedida. Continuando seguidamente con la procesión hacia su Santuario, pero antes de su llegada a éste, tradicionalmente tienen lugar dos paradas:

Hace muchos años, el acto de despedida se realizaba a la salida del pueblo, posteriormente y hasta la actualidad, tiene lugar la tradición popular de el Motete de despedida, congregando junto al Pozo de San Pedro, a todos, tanto a su pueblo en masa como a devotos repartidos por distintas ciudades, a todos sus hijos.
Cada vez más y más, se suman estáticos, sin pestañear en aquel so­lemne momento del Motete musical que precede al adiós, en que la lengua enmudece y el corazón palpita sin ritmo, de pena y gratitud al mismo tiempo, dejándose escapar algunas lágrimas.


1947

Seguidamente, se da paso a otro momento de tristeza, en el que la Virgen es acompañada hasta la Ermita del Humilladero, lugar en que es subida en su carruaje, carruaje mediante el cual es trasladada a su Santuario.


Después del inenarrable momento en que parte hacia el Santuario, una nutrida comitiva va a pie, como en cortejo, desafiando inclusive a las inclemencias del tiempo si es necesario, aclamando, cantando y entonando su plegaria.


En los alrededores del Santuario, espera la multitud que la acompañará en festejo de romería el resto del día y hasta bien entrada la noche. Familiares, amigos, vecinos, conocidos y no conocidos se reúnen para pasar el día en comunión, comiendo, bebiendo, bailando, charlando, riendo, ocasión que sirve en muchas ocasiones como reencuentro de amistades que ha separado el tiempo.

Bajada 1948

Bajada 1948

Bajada 1953

Me parece de interés, resaltar la procesión que tuvo lugar en el año 1946. Tras la inauguración el año anterior del retablo del Castellar, la Virgen fue acompañada procesionalmente por las imágenes de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, que unidas a las de San Joaquín y Santa Ana, de donación particular, sirvieron desde ese momento como escolta en su Santuario.



Como en otros artículos, por lo entrañables de las palabras, añado una parte del texto contenido en el libro de fiestas del año 1995 por María Tormón y que incluye a su vez la letra del Motete de despedida.

"Sin embargo, todos los años me parece oír por primera vez el motete de despedida a la Patrona. Cuando la Mariposa llega al Pozo de San Pedro, voces graves y rotundas em­piezan a desgranar la primera es­trofa:

Madre, Madre te apellidan 
y te aclaman a porfía 
y te imploran noche y día 
y bendicen tu bondad.

Madre, Madre, su plegaria 
a tu excelso trono llegue;
no haya gracia que les niegue 
tu fraterna caridad.

Del pobre y del desvalido 
eres Madre y esperanza,
pues, si del mal oprimidos, 
a sufrir tanto no alcanzan,

te nombran su intercesora 
y aseguran sin recelo 
que al corazón que te implora 
no le dejas sin consuelo.

Tú, que moras en el cielo, 
Madre de mi devoción, 
dame para mi consuelo 
una eterna salvación.

Y, risueña, alza la mano, 
dulce prenda de mi suerte, 
y en el trance de la muerte 
échanos tu bendición.

Termino siempre pensando que es una canción de amor que proclama que la vida empieza ahora de nuevo pero también enseña que no hay que cerrar los ojos al dolor. Los ausentes y los muertos forman un contrapeso de dolor y nostalgia en las alegrías. Y es así y no hay vuelta. De ahí que todos los años espere en mi sitio a que la Virgen reanude su camino hacia la Ermita del Humilladero. Al lle­gar a mi altura, nos miramos y ha­blamos de muchas cosas en un mo­mento. Tras nuestra última conver­sación no he podido impedir que al­guna lágrima tradujese mi alegría in­terior."





Iglesia Parroquial de San Bartolomé Apostol

 

La construcción de la iglesia data del siglo XV, de estilo herreriano. Es uno de los elementos arquitectónicos más reseñables de la villa.

La estructura es de estilo renacentista. De piedra labrada y careada sobre planta de cruz latina, de 47 m de largo y 23 m de ancho y una altura de 18 m. Tiene 8 medias columnas del orden dórico en la nave central que sostienen arcos y bóvedas de medio punto y en el centro del crucero una cúpula de media naranja de 25 m de altura. La torre es de buena mampostería y sillar, muy bien compuesta por cinco cuerpos y basamento con líneas de imposta molduradas, los tres primeros cuerpos son ciegos, y los otros dos alojan el campanario. Tiene un magnífico retablo mayor, poligonal de cinco lados, estilo barroco de transición al renacimiento, construido y tallado en madera y dorado en oro fino, con entrepaños estofados en oro.

Plano de planta conservado en el archivo municipal

Vista de la Iglesia - Entrada al pueblo por la Ctra. de Colmenar – 1935

Imagen desde la plazuela de la Libertad – entrada a la plaza

Retablo principal, con la verja original de hierro – 1940

La Iglesia Parroquial ha sido objeto de dos restauraciones recientes.

La primera en 1971, siendo realizadas obras de restauración y adaptación, consistentes en la reforma del Presbiterio, descubrimiento, en su propia piedra, de las diversas y extraordinarias columnas existentes; nueva instalación eléctrica y equipo de altavoces, pintura y decoración de muros y paredes, ornamentación de Capillas y otras reformas de carácter litúrgico con el consiguiente y notable embellecimiento del Templo.

El domingo día 4 de julio de 1971, con la asistencia de altas dignidades eclesiásticas, tuvo lugar la inauguración. Para dicha ceremonia, la Virgen del Castellar fue especialmente trasladada desde su Santuario.

El coste de las obras —superior a las 600.000 pesetas— fue sufragado con donativos de los vecinos, recursos parroquiales y aportaciones de organismos y entidades oficiales y particulares.


La segunda, la cual se podía decir se ejecutó en dos fases, comenzó el mes de Julio de 2009 con la restauración de la torre (con una subvención de 240.000 euros de Cultura) y se culminó con la restauración del resto de la iglesia parroquial, en la que se reparó la cubierta, tejados, estructura y otros elementos con una inversión cercana a los 400.000 euros (Diputación, Arzobispado y Consistorio – aprox. 10%, mas aportaciones de fieles aprox. 90%).
En febrero de 2011 terminó toda la reforma de exteriores y después de Semana Santa, quedó finalizado el interior de nuestro templo.

La torre,
es uno de los emblemas del pueblo, ya que nos simboliza y representa. Posiblemente fue edificada sobre una anterior, quien sabe si sobre alguna almena de vigilancia. Por desgracia no queda documentación al respecto. Formada por un cubo rematado con dos pisos de ocho arcos cada uno. En la parte superior una terraza desde donde podemos contemplar unas bellas imágenes de Villarrubia.


La torre en sus diferentes fases, sin restaurar, restaurándose y finalmente restaurada.

El retablo principal,

Como he comentado antes, es de estilo barroco, posiblemente del siglo XVII.

El altar mayor

Es un retablo dedicado a un mártir y por eso toda la simbología habla del martirio. En el plano del centro representa el martirio de San Bartolomé que murió desollado.

Martirio de San Bartolomé

Siguiendo con el altar mayor, encontramos las cuatro virtudes:
La Caridad, representada por una mujer cuidando a su hijo. Después la Fe, una mujer con los ojos tapados. Al lado izquierdo está la Esperanza, una mujer con un ancla en sus manos y finalmente la Justicia.

Virtud de la Caridad

En las obras de restauración, se abrieron los dos ojos de buey a los lados del altar y todos los huecos de las ventanas de las capillas laterales.

En el coro,
se rescató una habitación donde originalmente estaba el órgano monumental de templo, y se ha colocado una reja.

Coro parroquial

Las bóvedas,

son un armazón de madera muy curioso usado en pocos sitios por su alto coste. Construido como si fuera el casco de un barco. Son 10 tirantes de madera de más de 13 metros incluidos los dos que descansan en el muro, unidos entre ellos por nudillos. Así se hace toda la estructura que luego se va uniendo para robustecer los palos y sobre todo ello se clava la tabla que soportará el aislante y la teja.

Estructuras interiores

La puerta trasera,
en la parte norte del templo. Actualmente está cerrada, aunque en tiempos pudo ser la puerta principal, pues normalmente los primeros cementerios estaban en las iglesias o los aledaños a esta puerta y lo que hubo delante de ella fue un cementerio, ya que al excavar se encuentran restos óseos. En el centro del capitel lleva la concha del peregrino de Santiago; pues el templo, como ya sabemos, perteneció a la orden que lleva este mismo nombre y la concha con dos cirios como consecuencia de la conquista de Granada a los musulmanes.



La que tenemos hoy como puerta principal fue construida mucho después que la puerta trasera, y por su forma parece que se debió aprovechar alguna capilla para su construcción. Pero no hay ninguna documentación sobre ello.





La puerta lateral, orientada al oeste, ha sido recientemente restaurada- 2016.

Puerta lateral

Pila Bautismal






Es de mi agrado cerrar este artículo, añadiendo el siguiente escrito perteneciente a Manuel Fernández Nieto:

Quinientos años ahí,
a pie firme,
torre poderosa,
con tu estatura, tu robustez, tu belleza.

Cinco siglos en estado de alerta,
aérea y terrestre,
continúas acompañando nuestras vidas
desde el principio al fin.

Tus campanas tocan a bodas, a bautizos, a entierros.
Los furiosos campanazos son señal de que en algún sitio hay fuego.

Las joyas que el tiempo y la intemperie te arrebataron,
te han sido devueltas,
tus formas sencillas,
el cálido color de rosa de tu juventud.






Video: Música sacra siglo XV