Asociación Alborada


En el año 2017, se han cumplido 40 años de su constitución.

Corrían los años 70, la juventud haciendo gala de su edad, siempre inquieta, con ganas de hacer y de divertirse. En aquel entonces existía en nuestro pueblo una Sala de Baile, donde se solía asistir los días festivos y celebraciones especiales a los que todos esperaban deseosos, era lo único que se tenía, era el lugar de concentración de todos los jóvenes y, sobre todo, era donde podían "estrechar" relaciones ambos sexos. Entonces no existían los pubs o discoteca de hoy, ni las libertades actuales, las horas eran limitadas y restringidas, por eso se esperaba con muchas ganas la llegada de días de fiesta.


Con poca frecuencia se salía de la localidad, pues los medios propios de locomoción eran muy escasos, y se trataba de pasar lo mejor posible en nuestro propio pueblo, lo que llevó a realizar esfuerzos y todo lo necesario para que así ocurriera.

Así, llegó el momento, un día cualquiera, por iniciativa de cualquiera y, eso sí, con la firme y unánime decisión de todos, se llegó a la conclusión de organizar bailes propios y propias maneras de divertirse, es decir, tener lo del grupo para el grupo, sin necesidad de depender de terceros. De esta manera comenzó la andadura. Se preparaban bailes en casas particulares, bebidas, decorándolo al gusto y realizando contrataciones especiales, sobre todo en las Fiestas Patronales, en definitiva, un grupo que trabajaba unidos y que se demostraban así mismos que no necesitaban el amparo de nadie.


Más tarde se pensó en constituir la Sociedad, para lo cual se aportó la cantidad de 1.000 ptas. por asociado, con lo que se emprendía otra nueva andadura, se alquiló un local que hasta entonces se habilitaba como gallinero, pero se acondicionó como se pudo y allí tuvo lugar otra buena temporada, tratando de pasarlo lo mejor que se podía, pero siempre en el ánimo de no perder jamás el deseado punto de mira "tener discoteca e instalaciones propias". Su constitución se realizó con fecha 14 de septiembre de 1977.


Se trabajaba con qué empeño y fe, la colaboración era general, se organizaban diversidad de concursos y espectáculos (Belén Viviente, Ballet, etc.), y toda una serie de actos que eran prueba evidente de unión e infatigables deseos de superación.

Caminando y caminando, una vez constituida la Sociedad llegó la hora de comprar un terreno para edificar. Por aquel entonces estaba a la venta un terreno bastante céntrico y muy cerca de la plaza del pueblo, lugar conocido por todos y que se le llamaba "El Descubierto", sitio donde se solían depositar basuras e inmundicias, pero qué no importaba, acostumbrados a estar en sitios tan variopintos (gallineros, portadas, cuadras, etc.), valdría este solar, pues era grande y había que apresurarse a obrar cuanto antes.


Rápidamente se emprendió la codiciada obra, se puso nombre a la Discoteca y se comenzó a funcionar acorde con lo dominante y necesario en aquellos días.

Día a día, la Sociedad fue creciendo en instalaciones, pasando también a administrar la única Sala de Cine existente en la localidad (ubicado inicialmente en el salón Marianto y más tarde en la Casa de la Cultura) y el patrimonio Social fue aumentando.

Aunque cada uno podamos tener nuestra opinión y crítica respecto a su gestión, el camino de la Sociedad a lo largo de todos estos años, fue siempre satisfactorio, reforma tras reforma y mejora tras mejora, equipos de sonido, efectos e iluminación en la sala, acondicionamiento de la terraza para el verano, etc. Siempre ha habido personas dispuestas a sacrificar su tiempo libre para, en la medida de lo posible, seguir trabajando en pro de la misma.

Pero llegó un momento en que tras lo que en mi opinión denomino ciertos graves errores, unido a la dejadez o falta de atrevimiento en coger el testigo, aunque este testigo hubiera que recogerlo del suelo, parte del local que estaba unido a la sala discoteca fue vendido al ayuntamiento para cubrir deudas, la sala discoteca fue alquilada/"traspasada" a una gestión privada y el cine por distintas razones se dejó de gestionar directamente por la asociación.


Como ventaja actual del socio queda el abaratado coste que nos supone el asistir a la discoteca en determinadas ocasiones.

Es cierto que posteriormente, en estos últimos años, han surgido y se han creado distintos grupos culturales en Villarrubia, algo que demuestra las inquietudes, ganas y valentía de los jóvenes en crear ese algo propio, en practicar, demostrar, realzar y defender ese valor de trabajo en grupo y la práctica de la asociación cultural.

Finalizando, quizás lo más importante es que Alborada aún está ahí, y quizás exista la posibilidad de que llegue el momento de recuperar esa ilusión y lucha por avanzar, aunque eso sí, ahora todo depende de una nueva generación para aprovechar lo que aún es propio, defender lo que es o ha sido orgullo de nuestro pueblo.


Música: “Mañana” – Los Ángeles

Salón Marianto


A principios de los años 40 abre las puertas el cine de verano de Antonio Garrobo y Maruja Tato, Maruja, de origen valenciano, llega con su familia a Villarrubia en el año 1933 debido a que su padre era brigada de la guardia civil, siendo trasladado más tarde a Gijón.


Este cine se estrena con la película "El Botijero" con Imperio Argentina y Miguel Ligero. El mobiliario de este cine era bastante simple: bancos de madera para los adultos y el suelo para los “chiquitos", la pantalla era de lona blanca y estaba situada al lado opuesto de la que hemos conocido.


En realidad, cuando Antonio y Maruja compran el terreno a los herederos de don Quintín Escobar no piensan hacer un cine sino levantar cuatro paredes para hacer un cebadero de chotos, no olvidemos que Antonio era carnicero. Pero es el albañil de la casa el que les anima a echar un suelo de cemento y hacer con poco más un cine de verano. Más tarde, viendo la aceptación por parte de los villarrubieros, construyen un Salón de Cine y Teatro ideal para bodas y bailes, así se anunciaba en el libro de la Virgen del año 1949. El escenario era digno del teatro más importante de la capital, con un brocal que rodeaba todo su entorno y una hornacina a cada lado donde estaban situadas unas grandes copas de las que colgaba abundante hiedra. Esto cambió a la llegada del Cinemascope, ya que se necesitaba más espacio para una pantalla más grande y hubo que ampliar todo el escenario, además se disponía de ropero del cual se encargaba Isidora Monzón siendo una niña.

Allí estaba el tío Tiburcio "cagueta" que con un cajón de madera colgado del cuello vendía pipas voceando "el metro cubico", esto era un cubilete de madera de unos 8x8cm que empleaba como medida para llenar el cucurucho de papel de pipas.


 Escena: Luis Mariano, El Botijero "El sueño de Andalucía" 1951

En el invierno del 52, con la película Sueños de Andalucía de Carmen Sevilla y Luis Mariano, se estrena este nuevo formato. Las máximas autoridades dentro del salón eran, sin duda, aquellos hombres que con una simple linterna eran capaces de poner firmes a los "chiquitos", a los novios y a todo el que molestase. Acomodadores fueron el tío Hilario "el herrero" y el tío Higinio el "Chato Rabirengue", don Julio el maestro se encargaba de la proyección de las películas, produciéndose un incendio por el recalentamiento del celuloide al proyectar la película "La Tonta del Bote", afortunadamente no hubo desgracias personales solo un buen susto

Para promocionar el cine, en la carnicería de los "Ganga” se regalaba a las clientas, dependiendo del gasto hecho, papeletas regalo para ir gratis al cine. Una de las películas que tuvo más éxito fue "Marcelino Pan y Vino", repitiéndose más veces de lo habitual.


Los empresarios del Salón Marianto, Fernando y Antonio junto a Maruja, su madre, y su tía Felisa fueron capaces de traer a Villarrubia a grandes estrellas de la canción del momento como Antoñita Moreno, Perlita de Huelva, Lina Morgan, Rafael Fariña, Antonio Molina... así una larga lista de celebridades, Lola Flores no llegó a venir por su elevado caché 25.000 ptas. por gala.Teatros y bailes benéficos se celebraban casi siempre pensando en la parroquia, comprando bancos y retablos para nuestra iglesia.


Llegaba la época de las bodas, normalmente invierno, con toda la ilusión y las ganas de fiesta, ganas de bailar, cantar y sobre todo de comer. Aquella inolvidable sopa de boda, la pepitoria y quien se lo podía permitir, el postre estrella: ¡el arroz con leche! La tía Ángela "la arriera” con Eugenia Mudarra, Florentina Espetón y Rosario Pedroche formaban el mejor equipo de cocineras, sin dudar en estar la noche anterior a la boda sin dormir si era necesario para preparar el exquisito menú, más tarde pasa a formar parte de este equipo Ricarda Zarza, trabajando para el restaurante el Túnel.


Los encargados de amenizar los callos (celebración previa a una boda) y los bailes de las bodas eran la rondalla dirigida por el tío Paco "el Pelón" echando piropos a las mozas al son de los pasodobles y jotas. También animaban las celebraciones de las Hermandades de los Santos que además de ser famosas por sus festejos lo eran también por sus canastos llenos de "cosas de horno" y sus garrafas de zurra para comer y beber durante los bailes.

En el año 1969 se celebra la coronación de la reina y damas de las fiestas en el Salón Marianto, debido a la gran cantidad de agua que calló no se pudo celebrar al aire libre, aquel evento fue presentado por el periodista Florencio Solchaga, siendo el pregonero José Navacerrada, Maria del Castellar Sánchez Escribano, la reina, y sus damas de honor Agri Lanzadera, Mª Luisa de la Nieta, Carmen Cuesta, Pilar Segovia.

Y quién no recuerda al grupo musical "Los Pumas” o "Nueva Inspiración” como más tarde se llamaron alegrando las bodas con sus pasodobles, la conga, la bamba, las jotas y tantas y tantas canciones inolvidables.

Y por último, es la Asociación Alborada quien alquila el salón para seguir haciendo cine en 1978, remodelando el mobiliario y la maquinaria cinematográfica casi al completo.








Fuente principal: Libro de Fiestas Patronales 2015- Palmira