La encomienda de Biedma



Aunque venimos repitiendo en nuestro relato el nombre de este lugar, vamos a dedicarle unas líneas, pues es mucha la vinculación que tuvo con la historia y origen de Villarrubia. Tanto es así que algunos historiadores afirman que el origen se debe al poblado de Biedma. Pienso, sin embargo, que Villarrubia ya existía antes o al mismo tiempo que Biedma, lo que sí es cierto es que cuando ambas reciben la carta-puebla en 1207 es precisamente Villarrubia quien sale favorecida, pues desde esta fecha las gentes de Biedma comienzan a trasladarse a Villarrubia, hasta quedar Biedma casi totalmente absorbida por esta, como había pasado con Oreja respecto a Ocaña y pasaría después con la población de Villafandín como luego veremos.

En cuanto al origen de este poblado, no sería aventurado afirmar su procedencia romana y a ello pudiera hacer referencia la palabra Biedma (pudiera ser una corrupción de Diezma) es decir, la milla décima, suponiendo el paso por allí de una vía romana. Esto, sin embargo, no excluye la existencia anterior de una población celtibérica en las inmediaciones del Tormón o gran peñasco, que preside el extenso valle de la rivera del Tajo, junto al cual se ha encontrado algún utensilio lítico.

Si en tiempos tan remotos ya fue escogido este lugar para morada y defensa, no es extraño que después los árabes hicieran lo mismo, convirtiéndolo en fortaleza y atalaya, construyendo allí un pequeño castillo que, en el devenir de los tiempos, se convertiría en la actual ermita dedicada a la Virgen de Castellar, patrona de Villarrubia.



En el siglo XII, en plena reconquista, una vez conquistado Toledo por Alfonso VI, la gran preocupación de los monarcas de Castilla y León fue la de ir abriendo caminos hacia Córdoba y Levante y, al mismo tiempo, ir estableciendo puntos de acceso que había que defender. La mejor manera de lograrlo era entregárselos a alguna de las órdenes militares. En este caso, todos los accesos hacia el Levante con sus castillos pasaron casi en su totalidad a la orden de Santiago: primero Oreja (1171), después Alharilla (1172), Biedma (1173), Uclés (1174), etc.

Antes de terminar estas notas sobre la encomienda de Biedma, debemos recordar a un ilustre caballero nacido en Biedma. Se trata de Don Fray Gutierre González Palomeque, Comendador mayor que fue en la orden de Calatrava y que tuvo una notable intervención en la famosa batalla de las Navas de Tolosa (1212).

A principios del siglo XIII la villa de Biedma fue dada a Gonzalo Yáñez, por los días de su vida, por el Maestre de Santiago Don Pedro Alfonso, elegido en 1225.



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