"Mis tíos José Monsó y Paz Salceda vivieron un tiempo en casa con nosotros. Después mi tío obtuvo destino de maestro en Villarrubia de Santiago, cerca de Madrid. Allí construyeron un edificio nuevo para la escuela del pueblo. Decidieron que mis tíos me llevasen con ellos para que, como maestros que eran, me aplicasen sus ciencias pedagógicas.
Villarrubia de Santiago era un pueblo como todos los de Castilla por los años treinta. Tenían allí sus costumbres y fiestas, incluso corridas de toros en la plaza del Ayuntamiento, donde se improvisaba un ruedo. Las ordenanzas de las autoridades las daba el pregonero anunciándolas a viva voz en cada esquina. Mis tíos participaban en el círculo liberal con el médico, el boticario y otros maestros. Había otro círculo alrededor de la marquesa y del cura. Yo allí, entre los chiquillos, era «el sobrino del maestro» y como tal me respetaban.
Los trabajos agrícolas se veían a la salida del pueblo. El trigo lo recogían con hoces, después con un gran rodillo apisonador de piedra dejaban la era plana y dura; empleaban trillos para separar el grano y el viento para limpiarlo. Chafaban la uva para sacar el mosto con los pies. Aquélla era la época anterior al empleo de la máquina en el campo. A los chiquillos nos gustaba mucho ir a las eras cuando se trillaba, pues uno podía subirse y tirarse del trillo en marcha."…..
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