“Soy muy aficionado a la poesía.
Aquí, en Villarrubia de Santiago me reconocen como El Chiclanero.”
Esas son las palabras que dejó anotadas en las redes sociales. En su rincón, "El Rincón del Chiclanero" compartió sus escritos, vídeos, aficiones y dejó también huella de su personalidad, y una vez más, su gran cariño y devoción por su pueblo y su patrona.
Ese niño, que de pequeño, con unos diez añitos, vendía gaseosas en un cubo en los alrededores de "juego pelota", lugar donde, como dice el nombre, se jugaba a la pelota con las manos en un frontón (fachada que daba a la puerta del matadero y próximo se encontraba el salón y cine).
Como persona, siempre destacaba por su trato atento, cariño hacia los demás y el recíprocamente recibido, mas una fácil relación interpersonal.
Fue continuo colaborador en el municipio, tanto por sus escritos y poesías, que muy a menudo eran incluidas en el libro de fiestas patronales, como por su canto en Mayos y Semana Santa. Era gran devoto de nuestra Virgen del Castellar y difícilmente se perdía una misa de domingo.
Creador, con motivo de la semana cultural del año 1996, del listado de motes que incluí en este blog hace ya varios años, dentro del artículo "El mote y el apodo en Villarrubia", por cierto, aunque él era "chiclanero", su padre fue "modorro".
Poesía dedicada a la Iglesia del pueblo tras su última e integral reforma.
(Las firmas que se aprecian al pie, son de los obreros que realizaron los trabajos)
El pasado 19 de diciembre de 2020 Jesús cumplía los 88 años, pero recién comenzado el año 2021, el 4 de enero, nos dejó. Aún así, os puedo asegurar que mi mente no lo acepta; en Los Mayos no le pudimos ver, pero nos acompañó y estoy deseando abrir el próximo libro de fiestas para leer su nueva poesía. Estoy seguro que a vosotros os pasará lo mismo.
Al poco de su fallecimiento, leí unas frases que me tomo la libertad de utilizar y repetir, ya que perfectamente serían unas palabras o pensamientos que emanaron de igual forma desde dentro de todos nosotros:
“Una persona encantadora, de esas que dejan huella por donde pasan, con un gran corazón.”
"Seguro que allá donde estés seguirás haciendo felices a los que te rodean, como lo has hecho durante toda una vida en tu querido pueblo, con tus mayos y tus maravillosas poesías. En Villarrubia siempre te recordaremos”
Y como no, incluir también las bonitas palabras en respuesta de agradecimiento de su nieta María Roldán Clara
“Que orgullosa me siento de mi abuelo; siempre comprometido con su pueblo, con las tradiciones: mayos, saetas...sus poesías a todos los villarrubieros. Un hombre que se llevaba bien con todo el mundo, dispuesto a ayudar, a colaborar, a cualquier persona que le preguntes tiene una palabra bonita y un recuerdo maravilloso de el porque ante todo eras buena persona, todo corazón. Y como no tu devoción por tu querida virgen del Castellar, que te tendrá en el cielo en un lugar privilegiado porque es lo que te mereces.
Gracias a todos los villarrubieros por los mensajes y muestras de cariño a toda mi familia. Estoy segura que allá donde esté está feliz leyendo tantas palabras bonitas de tanta gente, sus vecinos y amigos. Gracias de verdad!”
Dedicado a Todas las madres del mundo
En estos versos quisiera
hacer ver a los humanos
lo que somos en la vida
cuando a éste mundo llegamos.
Nuestras madres nos engendran
con gran cariño y amor
y nos mantienen en su vientre
con una enorme ilusión.
Y cuando llega el momento
que ellas nos traen al mundo
sienten una gran alegría
con el amor más profundo.
Aquí empiezan ya sus cuitas
pendientes del ser querido
porque no les falte nada
con un amor desmedido.
Van transcurriendo los años
nos vamos haciendo mayores
pero ellas nos siguen cuidando
con cariño y mil amores.
Y en todo momento nuestros padres
por sacarnos adelante
sufren y sufren por nosotros
con una inquietud constante.
Nosotros debemos sentir
un enorme regocijo
y un agradecer a nuestras madres
lo que ellas hacen por sus hijos.
Se pasan noches en vela
si adquirimos algún mal
y hasta que lo superamos
no se sienten con tranquilidad.
Quizá no nos demos cuenta
de ese inquietante sin vivir
hasta que nos ven felices
su sacrificio no tiene fin.
Porque al hacer nuestra vida
nos llegamos a olvidar
de ese enorme gran esfuerzo
que con nada tiene igualdad.
Incluso no las tratamos
como ellas se merecen
cuando deberíamos hacerlo
y pagárselo con creces.
Pero llegamos a enamorarnos
y cuando creemos conveniente
con ilusión nos casamos
que es lo normal y corriente.
Y si tenemos familia
aquí vemos el sufrimiento
por el que han pasado nuestros padres
para criarnos en todo momento.
Y de esto no nos damos cuenta
hasta que llegan a faltarnos
entonces muy claramente
es cuando lo comprobamos.
Por eso a todas las madres
las debemos adorar
con el amor más profundo
y tenerlas en un pedestal.
He tratado de expresar
lo que somos en la vida
y lo que son para nosotros
nuestras madres tan queridas.
Roguemos a nuestra Patrona
la Virgen del Castellar
que como seres abnegados
las conceda eterna felicidad.
10 de enero de 2009
Con toda mi admiración, El Chiclanero