Solo iba a ser un día de ruta.
No quiero que pase este año 2019, sin dejar constancia en este blog de mis recuerdos e imágenes del inolvidable día 12 de mayo, aprovechando a dejar escritos mis agradecimientos tanto a Antonia Zamorano, como a Ana María Arenas, por colaborar en que este día fueran un conjunto de momentos imborrables para mí.
Dicho día de mayo, domingo, estábamos citados para realizar un paseo que, por segundo año consecutivo, organizaba la Diputación en colaboración con el Ayuntamiento. Para los que aún no lo conozcáis, se trata de paseos naturales por la provincia de Toledo, guiados y gratuitos, para todas las personas que deseen conocer la riqueza natural de distintos municipios de la provincia.
El pasado año disfrutamos "por la Senda Galiana" y este año estaba previsto la "ruta Los Miradores/Parque Eólico la Plata". Todo acompañó, tanto un tiempo estupendo, como el agradable grupo formado. Por cierto, para el próximo año, está planificado para el 31 de mayo, con un atrayente "Recorrido por las Fuentes".
El punto de encuentro e inicio tuvo lugar, al igual que el año anterior, en la Plaza de la Constitución y el final en la Iglesia Parroquial. El año pasado, todos pudimos subir las escaleras para llegar a la torre y acceder a la zona del coro, aprovechando la oportunidad para tomar unas fotografías no habituales, pero este año, Antonia Zamorano nos deleitó mostrándonos, a locales y foráneos, distintos lugares y detalles de la parroquia, a la vez que nos iba aportando interesantes comentarios.
Cruz de Santiago
(Cruz latina de gules simulando una espada, con los brazos rematados en flor de lis y una panela en la empuñadura)
Uno de los pocos vestigios de los Caballeros de Santiago que aún se conservan en Villarrubia.
Mecanismo de elevación de la Patrona a su altar en el mes de Septiembre
Curiosos accesos de escaleras tabicados
Relicario del Beato Fray Juan de la Virgen del Castellar Joya Carralero
Restos extraídos y originalmente localizados frente al altar, bajo el antiguo suelo del templo.
Mecanismo original de cierre de puerta de acceso a sacristía.
Tuvimos igualmente la oportunidad de comprobar el fantástico trabajo de mantenimiento realizado sobre la estructura de cubierta y bóveda.
Vista general - Frontal Oeste
Vista general - Frontal Este
Fresco lateral 1
Fresco lateral 2
Fresco lateral 3
Fresco lateral 4
Fresco lateral 5
Fresco lateral 6
Fresco en techo 1
Fresco en techo 2
Fresco en techo 3
Después de comer en buena compañía, tuve el placer de que Ana María Arenas me mostrara el museo de Leoncio Guijarro. Ana con un indescriptible cariño y todo detalle, nos permitió a mí y a mi mujer, admirar un retazo de la historia y la vida en Villarrubia. Este pequeño gran museo, está compuesto por miles de piezas entre elementos de labor, herramientas, juguetes, muebles y objetos domésticos que nos acercan a los oficios y quehaceres del pasado, conformando una de las colecciones etnológicas más completas de la Comarca.
Música: Barrios Guitar Quartet - Santiago de Murcia - Fandango
Música: Barrios Guitar Quartet - Santiago de Murcia - Fandango
Francisco Guerra y el prisionero que se encomendó a Isidro.
Francisco I y Carlos V - "Entrada a París" Fresco de Taddeo Zuccari - 1540
Dentro del artículo "Otros Personajes", contenido en el bloque "Escudo y Personajes" del índice de este Blog, incluí hace tiempo de forma breve una relación sobre nuestro conterráneo DON FRANCISCO GUERRA:
Valiente y heroico soldado. Capitán mayor de mar y tierra, distinguido notablemente en la conquista de América, al que Su Majestad el Emperador Carlos V con toda clase de privilegios, tratándolo muy familiarmente.
En este otro artículo, el cual enclavaré en el bloque "Bibliografía, textos y referencias", he visto interesante incluir un texto extraído y resumido del libro "San Isidro y el sueño de Madrid", más concretamente del capítulo XXI - "El prisionero que se encomendó a Isidro", permitiéndome añadir la serie de imágenes. En su narrativa histórica, J. Nicolás Ferrando describe de forma entrañable y amena, hechos acaecidos a Francisco Guerra, dentro de su cercana relación con la monarquía.
"....... El 10 de agosto de 1525 llegó a las murallas de Madrid el más ilustre de sus prisioneros. Vino escoltado aunque con un séquito ajustado a su rango. Se encontraba impertérrito y cabizbajo al llegar y se quejó de que su ilustre carcelero, Carlos V, no le recibiera ni se aprestara a visitarle.
Francisco I se quejó de sus aposentos nada más llegar. Pidió, sin éxito, visitar la ciudad y conocer a sus autoridades, que le negaron cualquier gesto de cortesía.
Pasó sus primeros días en el Palacio de Lujan, en la actual plaza de la Villa y fue trasladado al Alcázar porque sus dependencias eran más confortables.
- "Parece usted un niño pequeño" -le espetó en un momento de gran tensión y extrema desesperación Francisco Guerra, sin obtener respuesta del Valois.
Francisco Guerra decidió escribirle al emperador y comentar el estado del ilustre prisionero. Expuso lo siguiente:
- "Su excelencia se niega a comer y a beber, pese a que se le ofrece todo tipo de comidas y bebidas. Se le permite salir con vigilancia a cualquier dependencia del Alcázar pero se niega. Temo realmente por su salud".
Cuando llevaba ya muchos días sin probar bocado, un sacerdote de la parroquia de San Andrés que hablaba perfectamente francés, de nombre Pablo, decidió visitarle y al entrar a sus aposentos, Francisco I exclamó:
- "¡Ya era hora que me visite un ministro de la Iglesia!".
- "Nadie debe ser privado de estar con nuestro Señor", -le dijo en su lengua materna, algo que llamó poderosamente su atención.
El rey se acercó y comenzaron a hablar fluidamente y era difícil saber lo que decían, pero se notaba que había cierta confianza entre ellos. Estuvieron juntos durante un par de horas y se despidieron afectuosamente. Francisco I sonrió y era la primera vez que lo hacía en su cautiverio madrileño.
Se observó, al día siguiente, al monarca francés con una medalla con la imagen de Isidro, el humilde labrador de la villa, que era muy venerado por el pueblo de Madrid y que le había regalado Pablo. Decidió, para sorpresa de todos, comer y beber, algo que mejoró su aspecto inmediatamente. Solicitó, asimismo, tomar el sol y se le fue concedido.
Margarita entró a principios de octubre al Alcázar madrileño a ver a Francisco I y éste la abrazó sin dudarlo y con una sonrisa que sorprendió a todos.
'Acepto unirme en matrimonio con doña Leonor", -contestó Francisco I a la misiva del emperador-
Carlos V ordenó a Francisco Guerra que relajase el cautiverio del Valois puesto que desde ese momento pasaban a ser familia. El 14 de enero de 1526 se rubricó, finalmente, el Tratado de Madrid, que se preparó con una gran solemnidad.
Bajo este acuerdo, que pasó a la historia como la Concordia de Madrid, Francia se comprometía a renunciar a sus derechos en favor de Carlos V al Milanesado, Génova, Napóles, Borgoña, Artois, Flandes y Tournai. Con respecto a Navarra, el documento se expresaba en los siguientes términos:
- "Que el rey Francisco de Valois procurará con todo su poder que don Enrique de Labrit renuncie a él, del reino de Navarra, a favor del Emperador, y si don Enrique lo rehusare, el rey de ninguna manera, le haya de asistir con sus fuerzas".
Asimismo, se concertaba el matrimonio entre Francisco I y Leonor Habsburgo pero como garantía de que todo se cumpliese, el rey francés se comprometía a mandar a sus dos hijos, entre ellos al delfín, a España que serían retenidos por el espacio de cuatro años.
El monarca francés permaneció en Madrid unos meses más y fue tratado con todos los honores inherentes a su condición real. El 13 de febrero se vieron los futuros esposos y doña Leonor se compadeció del rey prisionero, por el que expreso un gran afecto y una desbordante ternura que, en un primer momento, estremeció y sorprendió al Valois. Su matrimonio se consumaría un año más tarde, en Gascuña, pero había cierta complicidad en los novios.
Francisco I nunca olvidaría su advocación a Isidro, el labrador madrileño, y manifestó que, en los momentos de mayor tormento en su encierro, el santo había sabido marcarle el camino a seguir. No obstante, una vez pasada la frontera se rehusó a cumplir los términos de la Concordia de Madrid, alegando que el parlamento francés le obligaba a ello ya que, según sus dictámenes, el rey había firmado dicho acuerdo bajo coacción.
Así y todo, Francisco también cosechó un puñado de triunfos militares, aunque en el conjunto histórico haya sido retratado como un dirigente frustrado por el Imperio español, que, deseoso de destacar en algo, se resignó a su faceta de mecenas del arte. De hecho, Leonardo Da Vinci estuvo en la corte francesa y su emblemático cuadro "La Gioconda" decoró el baño del monarca galo.
Su respuesta ante las sucesivas bulas papales reconociendo la preeminencia española en la conquista de América retrata su impotencia frente al momento que le tocó vivir:
- "El sol luce para mí como para otros. Querría ver la cláusula del testamento de Adán que me excluye del reparto del mundo y le deja todo a castellanos y portugueses". -supo escribir-"
Música: O Vos Omnes - Tomás Luis de Victoria (1548-1611)
En este otro artículo, el cual enclavaré en el bloque "Bibliografía, textos y referencias", he visto interesante incluir un texto extraído y resumido del libro "San Isidro y el sueño de Madrid", más concretamente del capítulo XXI - "El prisionero que se encomendó a Isidro", permitiéndome añadir la serie de imágenes. En su narrativa histórica, J. Nicolás Ferrando describe de forma entrañable y amena, hechos acaecidos a Francisco Guerra, dentro de su cercana relación con la monarquía.
"....... El 10 de agosto de 1525 llegó a las murallas de Madrid el más ilustre de sus prisioneros. Vino escoltado aunque con un séquito ajustado a su rango. Se encontraba impertérrito y cabizbajo al llegar y se quejó de que su ilustre carcelero, Carlos V, no le recibiera ni se aprestara a visitarle.
Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado «el César» 1500-1558
- "¿Dónde está el emperador?", -preguntó de manera insistente al pasar por el pórtico del Alcázar
Francisco I de Valois, rey de Francia, derrotado en la batalla de Pavía el 24 de febrero de ese mismo año, pisó por primera vez el suelo madrileño para un tedioso cautiverio
Los dos reyes más importantes de la cristiandad, Carlos V y Francisco I, tenían muchas razones para un enfrentamiento fratricida y la disputa venía de lejos: ambos monarcas optaron a la corona de Carlomagno y ganó Carlos V, a pesar de que tuvo que pagar una elevada factura a la familia Függer por esta elección que, no obstante, llevó a España a lo más alto.
Tenían una edad similar cuando Francisco I llegó a Madrid, en torno a la treintena.
Francisco I de Francia,conocido como «el Padre y Restaurador de las Letras, el Rey Caballero y el Rey Guerrero» 1494-1547
- "El emperador tiene mejores cosas que hacer que venir a verle a usted", afirmó Francisco Guerra, natural de Villarrubia de Santiago, valiente y valedor soldado al que Carlos V le confió la seguridad del Valois.
- "El emperador tiene mejores cosas que hacer que venir a verle a usted", afirmó Francisco Guerra, natural de Villarrubia de Santiago, valiente y valedor soldado al que Carlos V le confió la seguridad del Valois.
Los dos reyes más importantes de la cristiandad, Carlos V y Francisco I, tenían muchas razones para un enfrentamiento fratricida y la disputa venía de lejos: ambos monarcas optaron a la corona de Carlomagno y ganó Carlos V, a pesar de que tuvo que pagar una elevada factura a la familia Függer por esta elección que, no obstante, llevó a España a lo más alto.
Tenían una edad similar cuando Francisco I llegó a Madrid, en torno a la treintena.
Francisco I se quejó de sus aposentos nada más llegar. Pidió, sin éxito, visitar la ciudad y conocer a sus autoridades, que le negaron cualquier gesto de cortesía.
Pasó sus primeros días en el Palacio de Lujan, en la actual plaza de la Villa y fue trasladado al Alcázar porque sus dependencias eran más confortables.
Alcazar de Madrid siglo XVI
- "Parece usted un niño pequeño" -le espetó en un momento de gran tensión y extrema desesperación Francisco Guerra, sin obtener respuesta del Valois.
Francisco Guerra decidió escribirle al emperador y comentar el estado del ilustre prisionero. Expuso lo siguiente:
- "Su excelencia se niega a comer y a beber, pese a que se le ofrece todo tipo de comidas y bebidas. Se le permite salir con vigilancia a cualquier dependencia del Alcázar pero se niega. Temo realmente por su salud".
Cuando llevaba ya muchos días sin probar bocado, un sacerdote de la parroquia de San Andrés que hablaba perfectamente francés, de nombre Pablo, decidió visitarle y al entrar a sus aposentos, Francisco I exclamó:
- "¡Ya era hora que me visite un ministro de la Iglesia!".
- "Nadie debe ser privado de estar con nuestro Señor", -le dijo en su lengua materna, algo que llamó poderosamente su atención.
El rey se acercó y comenzaron a hablar fluidamente y era difícil saber lo que decían, pero se notaba que había cierta confianza entre ellos. Estuvieron juntos durante un par de horas y se despidieron afectuosamente. Francisco I sonrió y era la primera vez que lo hacía en su cautiverio madrileño.
Se observó, al día siguiente, al monarca francés con una medalla con la imagen de Isidro, el humilde labrador de la villa, que era muy venerado por el pueblo de Madrid y que le había regalado Pablo. Decidió, para sorpresa de todos, comer y beber, algo que mejoró su aspecto inmediatamente. Solicitó, asimismo, tomar el sol y se le fue concedido.
San Isidro Labrador, Patrón de Madrid y de los agricultores y campesinos españoles.
Carlos V se encontraba de caza en Segovia cuando fue informado de la situación del Valois, por lo que decidió ir a verle.
Carlos V, al llegar al Alcázar madrileño, el 18 de septiembre de 1525, se entrevistó con Francisco Guerra por el espacio de una hora. Este leal guerrero le comentó el horrible encierro del rey francés, el giro de los acontecimientos que había supuesto la visita del sacerdote y su repentina fe en la figura de San Isidro.
Cuando el emperador entró en la habitación del rey francés se dirigió hacia su lecho para abrazarle.
Continuaron hablando de muchas cosas, realmente parecían amigos de toda la vida. Carlos V le pidió que le mostrara la medalla de Isidro y juntos rezaron amenamente. Francisco I afirmó:
- "Majestad, estoy dispuesto a rendirme y a renunciar para siempre al Milanesado"
- "Negociaremos los términos de tu libertad, querido hermano, pero lo primero es tu salud. Vendré a verte más adelante y permitiré que recibas la visita de tu hermana, la duquesa de Alençon, doña Margarita".
Carlos V, al llegar al Alcázar madrileño, el 18 de septiembre de 1525, se entrevistó con Francisco Guerra por el espacio de una hora. Este leal guerrero le comentó el horrible encierro del rey francés, el giro de los acontecimientos que había supuesto la visita del sacerdote y su repentina fe en la figura de San Isidro.
Cuando el emperador entró en la habitación del rey francés se dirigió hacia su lecho para abrazarle.
Continuaron hablando de muchas cosas, realmente parecían amigos de toda la vida. Carlos V le pidió que le mostrara la medalla de Isidro y juntos rezaron amenamente. Francisco I afirmó:
- "Majestad, estoy dispuesto a rendirme y a renunciar para siempre al Milanesado"
- "Negociaremos los términos de tu libertad, querido hermano, pero lo primero es tu salud. Vendré a verte más adelante y permitiré que recibas la visita de tu hermana, la duquesa de Alençon, doña Margarita".
Margarita de Angulema, llamada también «Margarita de Francia, Margarita de Valois, Margarita de Alençon, Margarita de Navarra o Margarita de Orleans»
La duquesa de Alençon no tardó en llegar, lo hizo a finales de septiembre pero se entrevistó primero con el emperador, que se encontraba en Toledo, e intenta convencerlo de que dejase libre a su hermano.
Margarita entró a principios de octubre al Alcázar madrileño a ver a Francisco I y éste la abrazó sin dudarlo y con una sonrisa que sorprendió a todos.
La hermana de Francisco I tenía verdadera adoración por él, al que llamaba "mi hermano pequeño pero el más grande". Se ocupó de hacerle compañía durante todo el día, rezó con su majestad y le contó todas las novedades de la corte francesa. Pidió a Francisco Guerra poder realizar una misa por el alma de Claudia, mujer del rey, que había fallecido el 20 de julio de 1524, por diversas enfermedades que le aquejaban.
Francisco I pidió poder ir a ver el cuerpo incorrupto de Isidro pero se le negó hacerlo puesto que había una gran desconfianza sobre su hermana.
- "Cuando la duquesa emprenda de nuevo viaje a Francia, yo mismo le acompañare a ver al venerable Isidro", -manifestó Francisco Guerra-
La desconfianza estaba totalmente justificada. Una noche, Margarita urdió una tentativa de evasión. Pero algo salió mal y Francisco Guerra fue informado de los planes del Valois, que abortó inmediatamente aunque no tomó ningún tipo de represalias.
"La duquesa se ha marchado para siempre y no se atreverá a volver. Sólo con ello ya me doy por satisfecho". - afirmó Francisco Guerra-
A partir de ese momento se restringieron las visitas al prisionero, sobre todo de su embajador que ya no pudo comunicarse con él pero que le mandó una perra labrador negra, obsequio de Margarita, que le hizo mucha compañía en los días interminables de otoño en los que Madrid se vestía de ocre y amarillo.
Unos días más tarde, Francisco Guerra cumplió su palabra y acompañó al Valois a contemplar el arca de Isidro, algo que emocionó al monarca. Se le permitió hablar con otros fieles que le contaron las peripecias del labrador madrileño, su vida y sus milagros y quedó realmente maravillado.
Al volver a sus aposentos, escribió al emperador y aceptó sin reservas las condiciones que él le había impuesto. Incluso mencionó el condado de Artois en su cesión, algo que no se había discutido, aspecto que sorprendió gratamente a Carlos V, que le propuso que se casara con su hermana, Leonor, que había enviudado recientemente del rey Manuel de Portugal y ya había abandonado el luto por su muerte.
Francisco I pidió poder ir a ver el cuerpo incorrupto de Isidro pero se le negó hacerlo puesto que había una gran desconfianza sobre su hermana.
- "Cuando la duquesa emprenda de nuevo viaje a Francia, yo mismo le acompañare a ver al venerable Isidro", -manifestó Francisco Guerra-
La desconfianza estaba totalmente justificada. Una noche, Margarita urdió una tentativa de evasión. Pero algo salió mal y Francisco Guerra fue informado de los planes del Valois, que abortó inmediatamente aunque no tomó ningún tipo de represalias.
"La duquesa se ha marchado para siempre y no se atreverá a volver. Sólo con ello ya me doy por satisfecho". - afirmó Francisco Guerra-
A partir de ese momento se restringieron las visitas al prisionero, sobre todo de su embajador que ya no pudo comunicarse con él pero que le mandó una perra labrador negra, obsequio de Margarita, que le hizo mucha compañía en los días interminables de otoño en los que Madrid se vestía de ocre y amarillo.
Unos días más tarde, Francisco Guerra cumplió su palabra y acompañó al Valois a contemplar el arca de Isidro, algo que emocionó al monarca. Se le permitió hablar con otros fieles que le contaron las peripecias del labrador madrileño, su vida y sus milagros y quedó realmente maravillado.
Al volver a sus aposentos, escribió al emperador y aceptó sin reservas las condiciones que él le había impuesto. Incluso mencionó el condado de Artois en su cesión, algo que no se había discutido, aspecto que sorprendió gratamente a Carlos V, que le propuso que se casara con su hermana, Leonor, que había enviudado recientemente del rey Manuel de Portugal y ya había abandonado el luto por su muerte.
'Acepto unirme en matrimonio con doña Leonor", -contestó Francisco I a la misiva del emperador-
Carlos V ordenó a Francisco Guerra que relajase el cautiverio del Valois puesto que desde ese momento pasaban a ser familia. El 14 de enero de 1526 se rubricó, finalmente, el Tratado de Madrid, que se preparó con una gran solemnidad.
Bajo este acuerdo, que pasó a la historia como la Concordia de Madrid, Francia se comprometía a renunciar a sus derechos en favor de Carlos V al Milanesado, Génova, Napóles, Borgoña, Artois, Flandes y Tournai. Con respecto a Navarra, el documento se expresaba en los siguientes términos:
- "Que el rey Francisco de Valois procurará con todo su poder que don Enrique de Labrit renuncie a él, del reino de Navarra, a favor del Emperador, y si don Enrique lo rehusare, el rey de ninguna manera, le haya de asistir con sus fuerzas".
Asimismo, se concertaba el matrimonio entre Francisco I y Leonor Habsburgo pero como garantía de que todo se cumpliese, el rey francés se comprometía a mandar a sus dos hijos, entre ellos al delfín, a España que serían retenidos por el espacio de cuatro años.
El monarca francés permaneció en Madrid unos meses más y fue tratado con todos los honores inherentes a su condición real. El 13 de febrero se vieron los futuros esposos y doña Leonor se compadeció del rey prisionero, por el que expreso un gran afecto y una desbordante ternura que, en un primer momento, estremeció y sorprendió al Valois. Su matrimonio se consumaría un año más tarde, en Gascuña, pero había cierta complicidad en los novios.
Francisco I nunca olvidaría su advocación a Isidro, el labrador madrileño, y manifestó que, en los momentos de mayor tormento en su encierro, el santo había sabido marcarle el camino a seguir. No obstante, una vez pasada la frontera se rehusó a cumplir los términos de la Concordia de Madrid, alegando que el parlamento francés le obligaba a ello ya que, según sus dictámenes, el rey había firmado dicho acuerdo bajo coacción.
La Paz de las Damas - por Francisco Jover - 1871
En 1529, dos mujeres de mucho carácter pero que ejercieron un gran pragmatismo llegaron a la Paz de Cambrai. Luisa de Saboya, madre de Francisco I y Margaría de Austria, tía de Carlos V, fueron las encargadas de encausar las relaciones entre España y Francia en lo que se conoció como "La Paz de las Damas", que ratificaron los términos de la Concordia de Madrid excepto la cesión en lo referente a Borgoña ante la evidente resistencia social de ese pueblo a pertenecer a España. El emperador no tuvo más remedio que olvidarse para siempre de anexar ese territorio que tenía especial significado puesto que era su patria de nacimiento.
Maria Luisa Gabriela Saboya
Margarita de Austria
La rivalidad entre el emperador y el rey francés siguió muchas décadas más e incluso la heredaron sus hijos. Francisco I lo intentó todo contra España, así en 1536 firmó una alianza con el sultán Solimán el Magnífico muy criticada por toda Europa al considerarse, hasta ese momento, que, por muy mala que fuera la relación ruin reyes europeos, los auténticos enemigos eran los musulmanes.
Así y todo, Francisco también cosechó un puñado de triunfos militares, aunque en el conjunto histórico haya sido retratado como un dirigente frustrado por el Imperio español, que, deseoso de destacar en algo, se resignó a su faceta de mecenas del arte. De hecho, Leonardo Da Vinci estuvo en la corte francesa y su emblemático cuadro "La Gioconda" decoró el baño del monarca galo.
Su respuesta ante las sucesivas bulas papales reconociendo la preeminencia española en la conquista de América retrata su impotencia frente al momento que le tocó vivir:
- "El sol luce para mí como para otros. Querría ver la cláusula del testamento de Adán que me excluye del reparto del mundo y le deja todo a castellanos y portugueses". -supo escribir-"
Iglesia Parroquial - Villarrubia de Santiago
Texto: Ntra. Sra. de la Asunción
ESCULTURA RELIGIOSA, CARPINTERÍA Y DECORACIÓN
Director Técnico: SANTIAGO LARA MOLINA
D. José Ruiz, 16 - SOCUELLAMOS (C.REAL)
Fotografía: José Escobar Encínas
Iglesia Parroquial, construida en el Siglo XV, de estilo Herreriano fabrica de piedra labrada y careada sobre planta de cruz latina, de 47m. de larga y 23 m. de ancha y altura de 18 m.; con ocho medias columnas del orden dórico en la Nave Central que sostienen arcos y bóvedas de medio punto y en el centro del crucero una bóveda de media naranja de 25 m. de altura.
Aprovechando los espacios entre los botareles de la fabrica, se formaron cinco capillas con bóvedas de 12 m. de altura y entre ellas otro espacio donde en el Siglo XVIII hicieron nueva entrada a la Iglesia con arco medio punto y piedra de sillería, quedando por el exterior un espacio cubierto con bóveda románica, ésta es hoy la entrada principal a la Iglesia.
Tiene un magnifico Retablo Mayor, estilo Barroco de transición al Renacimiento, construido y tallado en madera y dorado en oro fino, con entrepaños estofados en oro. Dicho Retablo fue destruido en parte por las ordas rojas y restaurado después de la guerra por el escultor Santiago Lara Molina, de Socuéllamos. En el año 1.973, se reformó el Presbiterio y se decoró la Iglesia, descubriendo la piedra de las columnas y restaurando éstas.
Transcripción del documento de donación en prestimonio de "Villa rubio y Biedma y Villafandín"
Como comentaba Milagros Rivera Garretas, en su trabajo La Encomienda, el Priorato y la Villa de Uclés en la Edad Media (1174-1310), .......en el siglo XIII se anexionó al convento de Uclés un núcleo de propiedades al sur del Tajo y en su ribera, formando un señorío que comprendió las localidades de Villarrubia de Santiago, Biezma y Villandín. Villarrubia, en el siglo XVI, sería nombrada como Villarrubia de Uclés.
Se ignora cómo pasaron al dominio del priorato, pero sí se sabe que en 1204 Biezma y Villarrubia estaban ya en su poder: se los había empeñado el convento a don Lope de Varea y a su mujer doña Sancha Pérez de Azagra por 500 maravedís chicos; se comprometieron éstos en 1204 a devolver las villas a la Orden en caso de que ésta no las rescatara antes de su muerte, quedando los quinientos maravedís como cuota por sus almas. Doña Sancha era hija de Pedro Fernández de Albarracín, al parecer hijo ilegítimo de Fernando Ruiz, segundo soberano de Albarracín.
Las propiedades santiaguistas de Villarrubia, Biezma y Villandín quedaron durante la mayor parte del siglo XIII vinculadas a esta familia. En 1204 don Lope de Varea poseía en ellas viñas, campos de cereal, caballos, bueyes, vacas y esclavos sarracenos; unos años más tarde se habla de la existencia en ellas de prados, huertos, dehesas de conejos y de río. En 1185 Villandín poseía una presa y molinos en el Tajo y los frailes proyectaban la construcción de una nueva azuda (1), sin duda para la instalación de otro grupo de aceñas (2).
El maestre Fernando González de Marañón dio en 1207 parte de Villarrubia a veinticinco pobladores, les concedió el fuero de Ocaña y fijó los límites entre la parte que quedaba en poder del convento de Uclés y las nuevas roturaciones. No parece que esta introducción de población cristiana supusiera la desaparición de los antiguos sarracenos, que aparecen todavía citados en Biezma y Villarrubia durante el maestrazgo de García González (1214-1217/ 1222-1224) en documento de fecha incierta por el cual doña Sancha Pérez de Azagra recibió esos dos lugares en prestimonio vitalicio.
Esta donación en prestimonio se repitió en julio de 1242, pero ahora en condiciones mucho más favorables para el priorato: doña Sancha y su hija Emilia López recibieron de por vida Villarrubia, Biezma y Villandín, pero a cambio entregaron a la Orden en plena propiedad el castillo de Tormón y todo lo que ambas poseían en el Reino de Aragón y en Santa María de Albarracín. De la entrega en prestimonio se excluyeron algunos diezmos, la fonsadera (3) de las tres villas y las aceñas de Villandín, aceñas que habían sido de los clérigos y en ese momento formaban parte del «bastimento», es decir, de las posesiones cuyas rentas se dedicaban al sostenimiento de la casa maestral.
Documento original de la donación en prestimonio de Villarrubia, Biezma y Villandín
Tras llegar a mis manos el documento original de la imagen, tengo la oportunidad de incorporar al blog su transcripción.
Tal vez la confirmación de don Lope de Varea y doña Sancha de la conveniencia que la orden había hecho a cerca de la posesión de Villarrubia, Biedma y Villandín (crónica de las órdenes de Santiago, folio 22, columna 3), fue la primera noticia documental de la existencia de Villarrubia. A partir de esta fecha, su nombre aparecerá con frecuencia en documentos y crónicas medievales.
Y de las otras cosas damos a vosotras la mitad y la otra mitad la reservamos para nosotros, y os damos toda la ofrenda que viniere al pie del altar. Que esto sea en vuestros días, y os encargareis del Clérigo Capellán y los diáconos que hubieran de servir la Iglesia de soldadas y de las otras cosas que hubiere menester, convenientemente.
Y así os damos estas tres villas para en vuestros días de damas a dos Doña Sancha Pérez y Doña Emilia López, y después de vuestros días damas a dos que las antedichas villas libres y cuanto allí este, sin ninguna deuda, permanezcan en (5) la nuestra Orden con cuantos bienes y heredades hiciereis y adelantareis y sin ninguna otra mala voz y sin ningún mal entredicho.
Y conviene saber que este nuestro donativo, todo, así como esta aquí escrito y nombrado en estas nuestras cartas que nosotros los antedichos; Maestre y Comendador y Cabildo damos a vos Doña Sancha Pérez y a vuestra hija Doña Emilia López, en vuestros días de ambas a dos. Os lo damos por el bien y por la elemosina (6) que vosotras dos a nosotros y a nuestra Orden hicisteis de todo vuestro heredamiento y cuanto que vosotras, ambas a dos, poseiais en el Reino de Aragón, y en Santa María de Albarracín y el Castillo de Tormón. Que nos disteis y confirmasteis con buen agrado (voluntad), así como lo antes escrito y nombrado.
Y para que estas cartas sean más firmes y mas estables, a vosotras ya dichas Doña Sancha Pérez y a vos Doña Emilia López, os las hacemos partir por d. b. c y sellarlas del sello del Maestre, del sello del Cabildo de Uclés y del sello de Doña Sancha Pérez. Las cuales cartas fueron hechas en Uclés. Domingo XII días por andar del mes de Julio. Sub era MCCLXXX."
(1) azuda: gran rueda movida por el impulso de la corriente, con la que se saca agua del río para regar campos.
(2) aceña: molino harinero de agua situado en el cauce de un río.
(3) fonsadera: tributo o prestación que se hacía al rey para los gastos de la guerra.
(4) en vuestros días: de vida
(5) permanezcan en: regresen a
(6) elemosina: gracia o donativo
Música: Ductia (Anonymous, 13th century)
25 aniversario de la acogida de niños afectados por el accidente de Chernobyl.
Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento rápido de potencia en el reactor 4 de la central produjo el sobrecalentamiento del núcleo, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
En total, 600.000 residentes fueron expuestos a dosis muy altas. Los casos de leucemia se duplicaron debido a la radiación recibida, pero el problema de salud más notable fueron los casos de cáncer de tiroides, que se multiplicaron entre la población menor de 18 años debido a que la leche quedó contaminada por el yodo radiactivo, siendo registrados 5.000 casos entre niños y adolescentes de la región ucraniana. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer hizo una estimación de hasta 38.000 las muertes achacables a Chernóbil.
Fue en el año 1994, cuando familias de Villarrubia de Santiago comenzaron a acoger con ilusión y cariño a un grupo de niños afectados por el desastre. La iniciativa de este programa en Villarrubia fue organizada por el ayuntamiento y de forma principal por Agustín Cuesta Castaño, quien se ocupó de gestionar todos los detalles; la estancia en régimen familiar, viajes de ida y vuelta de los pequeños, reconocimientos y tratamientos médicos, distintos seguros, etc.
Grupo de niños acogidos por familias de Villarrubia
Este año se cumple por tanto el 25 aniversario de la acogida de niños afectados por el accidente de Chernóbil. Niños que pasaron veranos lejos de su casa y su familia, su familia verdadera, porque en Villarrubia de Santiago tenían a su otra familia, familias acogedoras, que con su solidaridad y ejemplo fueron también sin duda pilares de apoyo para ellos.Estos niños, llegaban a pasar aquí más de 40 días en los veranos (los necesarios para eliminar un alto porcentaje de radioactividad del cuerpo), con el objetivo de mejorar su calidad de vida, su situación física y sanitaria durante la estancia, ayudándoles a combatir enfermedades a las que se encontraban expuestos que conllevaban riesgo de muerte, además de facilitarles reconocimientos médicos y tratamientos especializados en caso necesario. Se calculó que durante esas fechas de cada verano en que pasaban respirando aire limpio, los niños ganarían aproximadamente un año y medio de vida.
Una de esas buenas dosis la recibieron Kostia y Nadia Nekhaychik por parte de la familia Encinas. El primer año, Kostia con 12 años de edad llegó solo, pero los siguientes tres años le acompaño su hermana mayor Nadia. Ambos vivían con sus padres, en un pueblo llamado Novozybkov, a 270kms de Chernóbil. Durante nuestra conversación, Carlos Encinas recordaba y me comentaba el estado pálido y débil en que llegaron los niños. Quiero anotar una bonita frase incluida en sus palabras: “La sensación fue muy positiva PARA TODOS, volveríamos a repetir la experiencia, para nosotros ellos son `nuestra familia rusa ´ y para ellos somos `la familia española´. Frase recíproca y prácticamente idéntica, me llegó por escrito tanto de Kostia como de Nadia, por cierto con un buen nivel de nuestro idioma.
Kostia y Nadia
No quisieron perderse la boda de Carlos y vinieron a España para la celebración. Nadia se casó, vive en Moscú, es una gran deportista y trabaja en una agencia de viajes, gracias a lo cual se pasa de vez en cuando a visitar a `su familia española´. Kostia también se casó y se fue a vivir con su mujer y sus hijos a Bielorrusia. Ambos mantienen el contacto y tienen planeado hacer próximamente otra visita, ya que se alegraron mucho cuando `su familia española´ les visitó en Rusia.
Nadia con su marido y Kostia con su familia
Panorámica de Novozybkov en la actualidad
El accidente de Chernóbil fue una combinación de un mal diseño de la central nuclear, junto con los errores producidos por los operadores y que la Unión Soviética no tenía un sistema independiente de inspección de la seguridad. La comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central, completado el 15 de diciembre de 2000. Inmediatamente después del accidente, se construyó un sarcófago para aislar el interior, que se vio degradado en el tiempo por diversos fenómenos naturales. En 2004, se inició la construcción de un nuevo aislamiento para el reactor. En noviembre de 2016, treinta años después de la tragedia, se inauguró el nuevo sarcófago.