Nace el 10 de Febrero de 1921 en Villarrubia de Santiago y fallece un 20 de octubre de 2006.
A los 18 años se tuvo que marchar de Villarrubia por diversas circunstancias de la vida. Residió primero en Madrid durante 3 años, marchándose después a Barcelona para trabajar en una editorial. Desde allí empieza a trabajar en su campo preferido la escritura y de manera singular la historia y la poesía.
Pero él siempre se ha estado acordando de su querido Pueblo, aunque haya sido desde la distancia, él nunca dejaba de escribir para el Libro de la Virgen, además de ser siempre la persona encargada de ser el guionista del Día de Villarrubia de la Semana Cultural, gracias al cual se han recordado las tradiciones de antiguamente, así como hemos recuperado un vocabulario autóctono Villarrubiero, recopilado por él. También fue quien diseñó y escribió el Homenaje por el Centenario de la Banda de Música.
Un cronista para nuestro pueblo, al cual pertenecen y agradezco con estima y admiración, muchos de los artículos que he ido extrayendo y recopilando desde los libros de Fiestas Patronales
Entre sus obras, como no recordar aquí los dos libros escritos por él sobre Villarrubia, sus tradiciones y su historia.
El primero, con motivo del 800 aniversario de la fundación de Villarrubia, celebración que él siempre impulsara y deseara. El Ayuntamiento encargó a Manuel la redacción de un libro sobre la historia villarrubiera. El resultado fue "Comentarios a algunos aspectos sobre la Historia de Villarrubia de Santiago y otros Escritos".
En la XVII Semana Cultural (2004) y celebración del 800 aniversario, fue presentado este libro. Ese día se hizo entrega de placas de reconocimiento tanto a Jesús Pino Garrobo, el cual ejerció de presentador y a la vez prologuista del libro y sobre el cual dedicaré un próximo artículo, como al propio autor Manuel Fernández, del cual transcribo sus palabras de agradecimiento en ese día y lugar:
"Brevemente, para agradecer la concesión de esta placa inmerecida. Digo inmerecida, no por capricho no por falsa modestia, sino porque es lo que siento, la verdad.
El simple hecho, no tan simple, de haber sido elegido para acometer el trabajo de reunir documentación sobre la historia de Villarrubia y ahondar en el recuerdo propio y en el ajeno, de recoger datos de viva voz de los villarrubieros y escribir este libro, eso ya era galardón. ¡Además, lo bien que no lo pasé escribiéndolo! Para mí, todo eso era suficiente.
El honor que esta placa significa no lo considero exclusivamente mío, sino que lo hago extensible a los villarrubieros aquí presentes, tanto como a los ausentes y a los que perdieron la vida, incluidos los integrantes de las doscientas generaciones que han venido sucediéndose a lo largo de estos ocho siglos.
Por estas fechas, más o menos, todos los villarrubieros cumplimos ochocientos años. ¡Felicidades!."
El segundo libro editado en el año 2006, titulado "Paseos de Placer por Villarrubia". También reseñar su colaboración en el libro de fotos sobre Villarrubia, sus costumbres y sus gentes denominado "Un Siglo en Imágenes", editado en 1998 y al cual me referiré también individualmente en un futuro artículo.
Estos tres libros fueron editados en su día por el Ayuntamiento de Villarrubia.
En todo lo que escribió se notaba con claridad el amor que tenía por su pueblo, sus calles, sus gentes, sus tradiciones y como villarrubiero el amor a su Patrona la Virgen del Castellar.
En los 56 años en Barcelona participó en las Charlas-Coloquio como Critico de Arte y amante de la escritura en el Circulo de Bellas Artes de Barcelona "El Ateneo"; conociendo allí a varios Poetas y Escritores, entre los que cabe destacar a D.Rafael Alberti, gran amigo y confidente de nuestro paisano Manuel.
En sus últimos años colaboró como Cronista Cultural en el Periódico "Las voz Cultural de las Islas Baleares".
El 20 de octubre de 2006 regresaba a nuestro pueblo cuando se le avecinó la muerte.
Que este escrito sirva como Homenaje a este gran escritor, cronista y gran amante de Villarrubia de Santiago.
Música: 1920s, 30s, 40s Swing & Jazz
Parajes de mi patria chica
Como el jardín y las flores
el trabajo es ilusión
trabajan los labradores
nuestro campo con pasión.
Haciendo el recorrido
y lo hago con desvelo
he visitado y oído
los parajes de mi pueblo.
Carretera de Colmenar
van mineros al trabajo
las minas y el Castellar
en las orillas del Tajo.
Es la vega de la Almanta
pasas el puente del Tajo
el palenque y los valdíos
finca Biedma y Valdajos.
La Veguilla, Balserón
Ratiñuelas y Los Pinos
te bajas a San Bartolo
con El Soto y El Molino.
La Alberca, la Cuesta Vieja
las Platas, el Nido el Grajo
Ladera Blanca, Picozos
y la vega de Valdajos.
Subimos Valcarrizoso
Valdajuelos, el Molar
la Clementa, Arreturas
Irial Pardo, Valluncal.
Escarderuelas, valiente
el Cerro del Campanillo
Boquete el Moro, la Seca
San Cristóbal, los Cerrillos.
Casa Blanca, Villandín
Casa Villalba, Alberdiales
Barraltamoso, Tres Cuevas
Corral de los Aguilares.
Peña Blanca, Vallejo Febrero
Venta Vieja, el Nacimiento
Cuesta de los ahorcados
el Campillo, el Hundimiento.
Por la Cueva Colorada
Senda de los Molineros
Monte Ocaña, Doña Clara
Hoyo Mergoso, el Zorrero.
Cañada el Judío, Chozo el Alto
donde están los Villoteros
El Olivar de los Tontos
hasta el Pozo los Plateros.
Las Cañadas y la Dehesa
rayando los Noblejanos
Pozo los Hoyos, Pinea
Casilla el Globo, Huerta Cano.
Somadilla, Pozo Viejo
Higueral, la Hontanilla
Vallejo Moral, Corral del Tendero
la Alameda la Parrilla.
Barranco de Villarrubia
la Lanza, el Tamujal
el Río y los Tempranos
con la Vega de Colmenar.
Bajando los Castilletes
Vega Biedma, el Sotillo
subiendo Barrantolín
estamos en el Pradillo.
Carriles, Cañada Tobosa
Aguachares, Canalejas
Cabeza Gorda, la Ermita
mira al Río, Fuente Vieja.
La Cuesta el Priego, Palacio
Peñuela, Monte los Machos
el Zuñigo, la Herradura
Vandogin, Chozo Calaco.
Villarrubia es una flor
con todos en compañía
nuestro honor es el amor
y nuestras fiestas alegría.
Mi letra no ha sido fina
ni tampoco mi memoria
mi trabajo es la mina
y aquí se acabó esta historia.
Julián Luengo Santiago
Septiembre de 1982 - Libro de Fiestas Patronales
Familia Enríquez y Carvajal
Nobleza de Villarrubia de Santiago y personas importantes en la larga historia de nuestro pueblo. Estas familias de aristócratas se codeaban con las más altas esferas, considerándoselas personas de confianza afines a sus majestades los Reyes, cual fueran en su momento.
Don Manuel Enríquez y Luque, VII marqués de Villacastel de Carriás, nace un 28 de Enero de 1861. Hijo de Don Manuel Enríquez y Sequera (Aranjuez) y de Doña María del Carmen Luque y Patiño (Cabra), prima hermana del Marqués de la Corona, de la cual hereda título nobiliario.
Don Manuel contrae matrimonio con Doña Maria Josefa de Carvajal y Saavedra un 16 de noviembre de 1887 y de esta unión nacen cinco hijos: María de la Asunción (1888), Manuel (1890), Luisa (1893), María del Carmen (1895) y María de los Milagros (1897).
Doña Josefa muere a temprana edad, María del Carmen, nuestra protagonista principal, contaba entonces con trece años, haciéndose cargo de los cuidados de ella y de sus hermanos la madre de Don Manuel, doña María del Carmen Luque.
Cuando la familia venía a Villarrubia se alojaban en la casa de la calle el Cristo n° 38, en frente de "el tío Carralero".
Todavía hay personas en el pueblo que recuerdan oír contar como salían de esta casona para ir a misa a Doña Carmen con toda la prole de nietos.
Don José Fernando de Carvajal-Vargas y de Queralt, III Duque de San Carlos y su esposa doña Asunción Patiño Carrasco, hermana del Marqués de la Corona, eran los propietarios de esta casa-palacio, done hoy en día todavía existe una llave en una puerta interior supuestamente de entrada a una capilla que tiene gravadas las iniciales S.C.
III Duque de San Carlos
El escudo que luce en la parte de arriba de la puerta principal no se sabe a quién puede pertenecer, pero si es cierto que todos sus símbolos se refieren a una persona con condición de héroe, generoso y grandeza.
El actual Duque de San Carlos no tiene ningún tipo de información de que este edificio perteneciera a su familia en algún momento, "este matrimonio eran tíos de la "duquesa" por parte de los cónyuges. Posiblemente esta casa palacio fuera propiedad de la familia de los Marques de la Corona".
Doña María de la Asunción Enríquez Carvajal, VII Marquesa de Villacastel, hermana mayor de Carmen, la cual heredera esta casa, junto a su marido don Jacobo González Arnao, Marqués de Casa Arnao y Caballero del Cuerpo Colegiado de la Nobleza de Madrid, pasados unos años venden una parte de la casa a la Asociación Cultural y Deportiva, "La Fraternidad" y el resto a don Julián Sánchez-Escribano. Esto sucedía el 15 de Mayo de 1925.
María de la Anunciación González-Arnao y Enríquez, hija de la VII Marquesa de Villacastel con niñas del pueblo.
El titulo con el que conocemos a doña Carmen "la duquesa", no es real, ya que ella no poseía título alguno, este era solo un apodo puesto cariñosamente por los villarrubieros, debido a su relación tan estrecha con sus tíos los Duques de San Carlos.
Casi se consideraba un evento cuando la "duquesa" visitaba Villarrubia. Le gustaba ir al bar "El Pombo" a tomarse su café acompañado de su palomita de anís, mientras tranquilamente leía el periódico fumándose sus cigarrillos Peninsulares.
Su residencia oficial la tenía en Madrid en la calle Barquillo n°11, esta calle está situada en lo que se llama la zona noble de la capital, cerca de la Plaza del Rey, en un bonito edificio señorial, donde también vivió el famoso político don Joaquín Costa, tiempo atrás residió en la pensión Habana, ubicada en la Carrera de San Jerónimo, Madrid.
Todas las personas que conocieron a doña Carmen la describen como una mujer solitaria, a la que no la importaban las reglas y normas marcadas por la sociedad de aquellos años del puritanismo.
Ella vivía en su mundo, mundo que para muchas personas era casi motivo de rebeldía. La "duquesa" cuando estaba en el pueblo tenía a su servicio a la "tía Conce la Lobita". A doña Carmen la encantaba sentarse delante del fogón en casa de la "tía Conce", contemplando en silencio como ardían los tarugos de leña lentamente, en algunas ocasiones la invitaba a comer, accediendo encantada a compartir el escaso guiso que cocía en el puchero al calor de las ascuas. El salario que esta buena mujer percibía por sus servicios y detalles era de dos pesetas mensuales.
A la también hermana de Carmen, Doña Luisa igualmente se la recuerda en Villarrubia. Fue madre superiora en un convento de los Sagrados Corazones de Jesús en Madrid, ella más joven que doña Carmen se encargaba de su bien estar los últimos años de su vida.
Doña Carmen Enríquez y Carvajal, fue encontrada cadáver en condiciones lamentables en su casa de la calle el Cristo n°38 el día 28 -12 -1976 a las 12 horas, siendo enterrada en el cementerio de San Justo en Madrid.
Durante la búsqueda de información para utilizar e intentar ampliar/documentar este artículo, me encontré con un muy curioso detalle. En la página 138 del libro "Los descendientes de Cristobal Colón - de Rafael Nieto y Cortadellas (1952)", podéis encontrar un poco más información tanto de de la familia Enríquez y Carvajal, como del resto de la genealogía.
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Música: Vals Poético (Felipe Villanueva) - James Pullés, piano