En Villarrubia de Santiago allá por el siglo XVI existía un hospital que estaba situado en el centro del pueblo, exactamente en la calle Prim n°10 . Este hospital nace de la mano de don Juan de la Puerta natural de Villarrubia, aunque afincado en Madrid.
Este buen señor crea la fundación que lleva su nombre "Fundación Juan de la Puerta" edificando seguidamente este hospital y así asegurar la asistencia y curación de los enfermos pobres de nuestro pueblo, acogiendo además a enfermos transeúntes.
Antiguo Hospital Cristo de la Salud - Imagen 1940
Don Juan dispuso que a todos aquellos enfermos que pasaran por este establecimiento se le daría doce onzas de carne para la comida, pan, aceite y postre, además de nieve en el verano para mantener la comida y refrescos que necesitara el paciente, incluso si hiciese falta se echaría la mejor gallina del corral al puchero, todo para su mejor recuperación, a los enfermos transeúntes se les atendía igualmente, facilitándoles el traslado a su domicilio y casa.
De la administración de este Hospital de Beneficencia Privada se encargaban, dos patronos, por señalación del fundador el cura párroco y el alcalde con un administrador que debía rendir cuentas al Visitador Eclesiástico.
Todo fue posible gracias a la generosidad de don Juan de la Puerta y su mujer doña Teresa Mudarra, que al no tener descendencia dejan todos sus bienes a este Santo Hospital.
Por otra parte el 17 de Febrero de 1756 el Licenciado don José Sánchez del Corral, villarrubiero de nación, Presbítero y Racionero de la Catedral de Toledo deja cuantos bienes posee en Villarrubia. al hospital y así socorrer igualmente a los más pobres del pueblo.
Al paso de los años los recursos de los que disponía esta institución van reduciéndose considerablemente agravando seriamente la situación económica del hospital.
El hospital en la Guerra de la Independencia, sufre el saqueo por las tropas francesas el 16 de Abril de 1809 a su paso por Villarrubia “quemando y destrozando todo los enseres, muebles y ropas, llevándose incluso todo lo que consideraban de valor del hospital, aquello fue desolador”, Saturnina Martínez Nieto, hija del anterior hospitalero Gabriel Martínez, hace estas declaraciones sobre este expolio.
Para colmo de males el Estado vende parte de los bienes rústicos y urbanos comprometiéndose con una Lamina de Deuda a pagar al hospital los intereses acordados. En el año 1835 el Estado deja de pagar dichos intereses. Resultando Insostenible la situación del centro. En 1861 ya no le queda al Hospital bien alguno.
El Ayuntamiento poco después se hace cargo del hospital. Para evitar el cierre de este incluyendo en sus presupuestos la cantidad de 250 pesetas para su mantenimiento.Es entonces cuando los administradores y el municipio piden a la Junta Provincial de la Beneficencia y al Ministerio de Gobernación la recalificación del Hospital de Beneficencia a llamarse Hospital Municipal.
El 19 de Junio de 1876 por Orden de su Majestad Alfonso XII esto se hace realidad.
¿Quizás fuera entonces cuando en 1878 empieza a funcionar el Hospital Cristo de la Salud, que actualmente conocemos?
Hay que tener en cuenta que los dos problemas más serios para las autoridades de la época eran la escasez de medios sanitarios y la pobreza. Así la media de vida en España a finales del siglo XIX era de 29 años muy por debajo a la europea. Los hospitales solo atendían a la clase pobre.
A este tipo de hospitales también se les llamaba hospital-asilo. Atendiendo a los ancianos pobres hasta su muerte pagando el entierro y la caja al hospital.
Entre los años 1898 y 1918 el encargado del hospital fue don Antolín Rodríguez Garrobo. Tras su dimisión entra a ocupar su lugar como hospitalera doña Pilar Bobito Medina con su marido don Julián y la sobrina de esta María Bobito Amores.
El 27 de Abril de 1937 en plena Guerra Civil se confecciona un inventario sobre el Hospital Municipal, como dato curioso vemos que éste está valorado en 35.000 pesetas.
Tras la contienda y después de morir "la tía Pilar' entran como conserjes del nombrado Hospital Municipal doña Benedicta Roldan y su esposo don Julián Guerra más conocidos de entre los villarrubieros de nuestros días como "la tía Beneda la del hospital y el tío Julián el de la báscula".
Beneda se encargaba del mantenimiento del hospital y en el cementerio era la encargada de cavar las sepulturas cuando había difuntos, recibiendo por ello una "atención" por parte de los dolientes sin más remuneraciones, la recompensa al igual que el resto de los hospitaleros era vivienda gratis. Julián debido a su minusvalía no podía hacer muchos trabajos que requirieran esfuerzo físico. En 1955 instala el ayuntamiento una Bascula-Puente, es entonces cuando "el tío Julián" le nombran encargado de la misma, cobrando 8 duros al mes ¡toda una fortuna! Ya en 1975, después de 35 años de servicio dejan el hospital y el resto de trabajos. Ellos fueron los últimos hospitaleros de la historia de este edificio.
"Tía Beneda y tío Julián" con sus hijos
Cómo no dedicar un recuerdo a la señorita Celeste, misionera seglar que venía de vez en cuando a Villarrubia para entretener y enseñar cánticos y labores femeninas a las chicas del pueblo. Se alojada en el hospital y alimentándose gracias a la caridad de los villarrubieros.
Otros muchos misioneros nos visitaron en numerosas ocasiones los Padres Jesuítas y los Redentoristas todos celebraban sus reuniones en salas del hospital revolucionaban el pueblo con sus actividades entre la gente joven esta vez para todos chicos y chicas.
Los dos últimos enfermos que ingresan en esta entidad fueron en el año 1948 un niño de 8 años de edad Julián Castaño hijo de doña Paula Ortiz en Villarrubia era más conocida como "mollejas' que a consecuencia de ser atropellado por un camión en la plaza del pueblo es llevado al hospital para evaluarle los daños sufridos y desgraciadamente fallece allí mismo.
El siguiente paciente fue una niña Hilaria Castaño "cibora' ese es su apodo, su enfermedad no era otra cosa más que anemia causa del hambre que sufría recomendando don Jenaro y el señor Andrés su hospitalización inmediata. Su hermana Cándida iba a pedir comida a las casas "grandes" para ella, pues facultativos el único tratamiento que aconsejaban era comida.
Transformación en colegio - En el año 1967 aparece en Villarrubia doña Rosa y su marido. Este matrimonio era propietario de un colegio en Madrid con el nombre de Sagrado Corazón de Jesús. Doña Rosa era licenciada en Letras impartiendo las clases con un equipo de profesores contratados por ella misma. Eran clases particulares para Ingreso, Bachiller y Selectividad. El precio de estas era de 1000 pesetas en los meses de buen tiempo y 1100 en el invierno por la calefacción. Esto termina en el año 1974. Doña Rosa pasa a trabajar en lo que empezaba a ser instituto Alonso de Ercilla de Ocaña.
También nuestra patrona estuvo de forma casual y por poco tiempo "hospedada" en el hospital, debido a las obras efectuadas en el Castellar se quiso simular la procesión del día 6 de Septiembre, arreglando y adornando a la Virgen en la capilla del Cristo de la Salud.
Más tarde en 1978 el hospital vuelve a convertirse en colegio esta vez público. Al hundir las escuelas "viejas" surge la necesidad de repartir a los niños por el pueblo para poder seguir dando clases durante los dos años que duran las obras de las nuevas escuelas.
El hospital disponía de una capilla donde se encontraba la imagen del Cristo de la Salud de esta imagen no ha aparecido documentación alguna pero después de preguntar a bastantes personas mayores del pueblo coinciden en que esta imagen es anterior a la guerra civil recordando cómo se subía el Miércoles Santo al Cristo en procesión para Semana Santa cantando durante el recorrido el cántico "Cantemos al amor de los amores". No es el caso del hermoso retablo que lucía detrás del Cristo de la Salud, este fue un regalo de don Femando Sánchez-Escribano siendo alcalde de Villarrubia allá por los años cincuenta.
Ya por ultimo y después de una importante reforma en el Hospital Municipal se inaugura el 8 de Mayo de 2003 un "Centro de Formación", trabajando en este Centro diez personas en distintos horarios, prestando servicios a ocho pueblos de la Comarca de Ocaña.
Actualmente el edificio ha sido transformado en un gimnasio de usos múltiples.
Música: Piano Sonata No. 12 In F Major K. 332 - Baby Mozart
Fuente: Palmira- Programa de Fiestas 2013